ISSN: 0443-511
e-ISSN: 2448-5667
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Open Journal Systems

14_RMIMSS_20_58_2-161

Prevalencia del síndrome de desgaste profesional (burnout) en médicos especialistas y factores de riesgo

Prevalence of professional burnout syndrome in medical specialists and risk factors

Enrique Castañeda-Aguilera* y Javier Eduardo García de Alba-García

Instituto Mexicano del Seguro Social, Unidad de Investigación Social, Epidemiológica y de Servicios de Salud, Departamento de Investigación, Guadalajara, Jalisco, México


*Correspondencia: Enrique Castañeda-Aguilera. E-mail: ecastaneda03@hotmail.com

Fecha de recepción: 21/08/2019
Fecha de aceptación: 10/12/2019
DOI: 10.24875/RMIMSS.M20000014
Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2020;58(2):161-173

Resumen

Introducción: Uno de los factores psicosociales más importantes a los que los médicos están expuestos es el síndrome de desgaste profesional (burnout), cuyo origen es posiblemente el estrés crónico experimentado durante el desarrollo de su práctica profesional.

Objetivo: Determinar la prevalencia del síndrome de desgaste profesional en médicos especialistas y los factores de riesgo.

Material y métodos: Estudio observacional, descriptivo y transversal, censo de médicos especialistas de un hospital regional, con participación de 196 de ellos, ficha identificación y Maslach Burnout Inventory-Human Services Survey auto-administrado. Estadísticas descriptivas y análisis inferencial con SPSS 15.0 y Epidat 3.1.

Resultados: 86,7% de respuesta. Burnout en 45,9%. Diferencias significativas en menores de 40 años y menos de 15 años con pareja estable. Con el síndrome se observó una correlación negativa entre agotamiento emocional y despersonalización y positiva con falta de realización personal en el trabajo.

Conclusiones: El burnout es frecuente (45,9%) en los médicos especialistas, por lo que se considera necesario establecer medidas preventivas o de intervención para reducir la prevalencia encontrada.

Palabras clave: Agotamiento Psicológico; Agotamiento Profesional; Cuerpo Médico; Despersonalización; Factores de Riesgo


Abstract

Background: One of the most important psychosocial factors to which doctors are exposed is the burnout syndrome, whose origin is possibly the chronic stress experienced during the development of their professional practice.

Objective: To determine the prevalence of burnout syndrome in medical specialists and risk factors.

Material and methods: Observational, descriptive and cross-sectional study, census of medical specialists physicians in a regional hospital, with the participation of 196 of them, identification card and self-administered Maslach Burnout Inventory-Human Services Survey participated. Descriptive statistics and inferential analysis with SPSS 15.0 Epidat 3.1.

Results: 86.7% response. Burnout at 45.9%. Significant differences in those under 40 and under 15 with a stable partner. With the syndrome, a negative correlation was observed between emotional exhaustion and depersonalization and positive with a lack of personal accomplishment at work.

Conclusions: Burnout is frequent (45.9%) in medical specialists, therefore, it is considered necessary to establish preventive or intervention measures to reduce the prevalence found.

Keywords: Burnout, Psychological; Burnout, Professional; Medical Staff; Depersonalization; Risk Factors


Introducción

Los factores de riesgo a los que está expuesto el personal médico hospitalario durante el desarrollo de su práctica profesional son muy variados. Por ejemplo, es frecuente estar en contacto con enfermedades y microorganismos patógenos, como el virus de inmunodeficiencia humana, la tuberculosis y la hepatitis, entre otras (riesgos biológicos); a sustancias neurotóxicas, mutagénicas, carcinogénicas y anestésicas (riesgos químicos); al ruido, las radiaciones ionizantes y no ionizantes, y la iluminación (riesgos físicos); a tiempos de trabajo extensos, espacios laborales reducidos, posturas y bipedestación prolongada, y pantallas de visualización de datos (riesgos ergonómicos); a la organización en el trabajo, las relaciones personales internas (con colegas, superiores o subordinados) y externas (pacientes, proveedores) (riesgos psicosociales); estos últimos son generadores de ansiedad, depresión, estrés, etc.

Actualmente se tiene mucho interés por todo aquello que forma parte del trabajo del personal médico hospitalario, con las obligaciones y los riesgos a los que habitualmente se expone, siendo los más frecuentes los de tipo psicosocial, por la diversificación de la actividad laboral que realizan, al atender a los pacientes en consulta externa, a los que se encuentran hospitalizados y las interconsultas en los servicios de urgencias, además de tener a su cargo al personal médico becario, capacitándolo de forma teórica y práctica, los pertenecientes al área quirúrgica, donde realizan todo tipo de cirugías, así como los trámites administrativos inherentes a los procedimientos médicos que se llevan a cabo en los hospitales. Todo ello sin olvidar la responsabilidad ética profesional y los posibles conflictos de tipo médico/legal a los que están expuestos con el ejercicio de su labor profesional.

Los riesgos psicosociales se han convertido en un fenómeno relevante y han alcanzado rápidamente una considerable notoriedad, ya que están muy relacionados con la actividad laboral que realizan. Una posible consecuencia de ello es el estrés crónico experimentado en el contexto laboral del personal médico especialista, el denominado síndrome de desgaste profesional (SDP) o burnout, que en su forma clínica fue descrito por primera vez en 1974 por el psiquiatra americano Herbert Freudenberger.1 Este autor lo definió como «un estado de fatiga o frustración que se produce por la dedicación a una causa, forma de vida o relación que no produce el esperado refuerzo». Este fenómeno empezó a aparecer en los años 1970 en los Estados Unidos de Norteamérica para hacer referencia al desgaste o la sobrecarga profesional. En esa misma época, la psicóloga Cristina Maslach2 estudiaba las respuestas emocionales que se producían entre las personas que trabajaban con los profesionales de ayuda, y en 1977, en el congreso anual de la American Psychological Association, utilizó el término burnout para describirlo en personas que trabajan en los sectores de servicios humanos, profesionales de la salud y de la educación, bajo condiciones difíciles en contacto directo con los usuarios. Este término era empleado entonces por los abogados californianos para describir el proceso gradual de pérdida de responsabilidad y desinterés cínico entre compañeros de trabajo.

Maslach y Jackson, en 1981,3 estudiaron el burnout desde una perspectiva tridimensional, caracterizado por: 1) agotamiento emocional (AE), manifestado por la pérdida progresiva de energía, cansancio y fatiga; 2) despersonalización (DP), identificada por un cambio negativo de actitudes y respuestas hacia los demás con irritabilidad; y 3) falta de realización personal (RP) en el trabajo, con respuestas negativas hacia sí mismo y el trabajo. En 1982 establecieron una de las definiciones más aceptadas y utilizadas por los distintos autores para la realización de sus investigaciones:«respuesta inadecuada a un estrés emocional crónico, cuyos rasgos principales son agotamiento emocional, despersonalización y un sentimiento de inadecuación a las tareas que ha de realizar».4

Basándose en los estudios realizados, estas autoras elaboraron el Maslach Burnout Inventory-Human Services Survey (MBI-HSS), el cual está dirigido a los profesionales de la salud3 y fue validado en profesionales mexicanos por Grajales en el 2001.5 Christina Maslach6 publicó en 2001 una reflexión sobre los últimos 20 años de investigación acerca del SDP, y concluye que se debe entender como un fenómeno multidimensional.

El SDP en los médicos especialistas se considera como un riesgo profesional importante para ellos, ya que son propensos a presentarlo debido a la naturaleza específica de su trabajo. En países europeos, americanos y asiáticos se evidencia una prevalencia variable del síndrome, pues las cifras reportadas oscilan desde el 2.7%7 hasta el 86.5%.8 Por ejemplo, en Hispanoamérica, el síndrome se detecta con una frecuencia del 12.2%; en América del Sur del 2.7% al 86.5%; en Norteamérica del 22% al 45.4%; en Europa del 4% al 55%; en Asia es del 47.9%; en Centroamérica y el Caribe del 17% al 25%; y en México del 21.5% al 51.3% (Cuadro I).7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,25,26,27,28,29,30,31,32,33,34,35,36,37

Cuadro I. Prevalencia del síndrome de desgaste profesional (burnout) (SDP) en médicos especialistas, según diversos autores

Estudio Resultados
Cotrina y Panez7 (2019) 2,7% en Huánuco, Perú
Arteaga, et al.9(2014) 3,7% en Ica, Perú
Goehring, et al.10(2005) 4,0% en Suiza
Zumárraga, et al.11 (2008) 7,4% en Quito, Ecuador
Gomero, et al.12 (2005) 7,69% en Lima, Perú
Bruce, et al.13 (2005) 10,0% en Suecia
Selmanovic, et al.14 (2011) 11,0% en Bosnia y Herzegovina
Grau, et al.15 (2009) 12,1% en Hispanoamérica
Ordenes16 (2004) 16,0% en Santiago, Chile
Sarmiento17 (2019) 16,3% en Cusco, Perú
Girón, et al.18 (2013) 17,0% en San Salvador, El Salvador
Meza19 (2018) 17,4% en Chimbote, Perú
Salazar20 (2017) 18,0% en Cochabamba, Bolivia
Linzer, et al.21 (2002) 21,0% en Holanda
Sabag22 (2006) 21,5% en Sonora, México
Association of Professors of Medicine23 (APS) (2001) 22,0% en Wisconsin, E.E.U.U.
Lugo24 (2019) 24,4% en La Guaira, Venezuela
Hernández25 (2003) 25,0% en La Habana, Cuba
Esquivel, et al.26 (2007) 26,2% en Distrito Federal, México
Linzer, et al.21 (2002) 28,0% en E.E.U.U.
Miraval27 (2017) 29,4% en Lima, Perú
Sinchire28 (2017) 33,3% en Machala, Ecuador
Borbolla y Domínguez29 (2007) 45,4% en Tabasco, México
Gutiérrez, et al.30 (2008) 45,4% en Pereira, Colombia
Tait, et al.31 (2012) 45,4% en Minnesota, E.E.U.U.
Castañeda, et al. (2019)* 45,9% en Guadalajara, México
Glesberg, et al.32 (2007) 47,9% en Suecia
Siu, et al.33 (2012) 47,9% en Hong Kong, China
Aranda, et al.34 (2011) 51,3% en Guadalajara, México
Visser, et al.35 (2003) 55,0% en Ámsterdam, Holanda
Ferrel, et al.36 (2010) 55,4% en Santa Marta, Colombia
Cáceres37 (2006) 59,0% en Madrid, España
Castillo y Rosas8 (2019) 86,5% en Guayaquil, Ecuador

* Presente estudio

El conocimiento obtenido ha puesto las bases para realizar las intervenciones, con apoyo de técnicas y actividades para afrontar y manejar el estrés laboral crónico, todo ello de acuerdo con el nivel en el cual se intervendrá: individual, grupal o institucional. La mayoría de los programas centran el entrenamiento en aspectos específicos y otros en concienciar a los trabajadores sobre la importancia de prevenir los factores de riesgo.

Nuestra investigación tiene el objetivo de aportar elementos específicos al estudio del SDP (prevalencia, valores de subescalas y determinación de factores de riesgo), en una muestra censal de un hospital regional de una de las instituciones de salud más importantes de América Latina, en la zona metropolitana de Guadalajara, México.

Método

Se realizó un estudio de tipo observacional, descriptivo y transversal, con el objetivo de determinar la frecuencia y los factores de riesgo del SDP, así como la posible relación con las variables sociodemográficas y laborales asociadas. La población seleccionada fueron todos los médicos especialistas adscritos al hospital regional en una muestra censal de la zona metropolitana de Guadalajara, México, quienes debían cumplir los siguientes requisitos: más de 1 año de antigüedad, estar en activo y en disposición para contestar los instrumentos de evaluación. Se excluyeron los médicos becarios residentes, directivos y personal sanitario, así como aquellos que no se encontraban ocupando su plaza en el periodo de la aplicación de las encuestas, en cuyo caso el cuestionario fue complementado por el personal sustituto. Se eliminaron las encuestas que no se respondieron correctamente.

Se explicó al personal médico especialista los motivos y los objetivos del estudio, y se obtuvo su autorización para participar mediante una guía estructurada y su consentimiento informado, haciendo énfasis en que la aplicación sería de carácter anónimo y voluntario, sin riesgo alguno, posterior a lo cual se aplicó el instrumento.

Nuestro estudio, como todos los de tipo transversal, presenta la limitación de no distinguir apropiadamente causas de efectos.

Para obtener la información se emplearon dos instrumentos: el primero fue de elaboración propia, para el registro de las variables sociodemográficas (sexo, edad, con o sin pareja estable, tiempo con pareja estable, situación laboral de la pareja y número de hijos) y laborales (área laboral, antigüedad profesional y en el puesto actual de trabajo, turno laboral, tipo de contratación, si contaba con otro trabajo y horas que le dedica); el segundo fue el MBI-HSS, en una versión traducida al español y validada de la original, que ya ha sido utilizada en varios estudios realizados en México, con un rango de fiabilidad del 0.57 al 0.80. Se trata de un cuestionario de 22 ítems con 7 opciones de respuesta (escala Likert que va de 0 [nunca] a 6 [todos los días]), el cual contiene las subescalas AE (9 ítems), DP (5 ítems) y RP (8 ítems). Las puntuaciones de cada subescala se obtuvieron al sumar los valores de los ítems, lo cual permitió evaluar los niveles de SDP de cada trabajador. Como puntos de corte se pensó en seguir los criterios utilizados por otros autores, y para ello se categorizaron las tres subescalas en niveles bajo, moderado y alto: AE ≤ 18, 19-26 y ≥ 27, DP ≤ 5, 6-9 y ≥ 10, y en sentido opuesto a las anteriores RP ≤ 33, 34-39 y ≥ 40); así, la puntuación baja indicaría baja realización, la intermedia mostraría moderada realización y la alta sería sensación de logro.

Se determinó la presencia de SDP con la afectación de una de las subescalas del inventario, ya fuera en su nivel medio o alto.

El estudio de los datos y su relación con las variables sociodemográficas y laborales se realizó mediante análisis estadístico descriptivo, obteniendo cifras absolutas, porcentajes y promedio ± desviación estándar, según la escala de medición. Como medida de asociación se utilizó la correlación de Pearson. El análisis inferencial se llevó a cabo con los paquetes estadísticos SPSS 15.0 y Epi-info V 6.1. Se calcularon las odds ratios (OR) con sus respectivos intervalos de confianza del 95% (IC 95%) y la prueba de ji al cuadrado (con o sin corrección de Yates), considerando significativo un valor de p ≤ 0.05.

Aspectos éticos

En el estudio, catalogado como de riesgo mínimo por la Ley de Salud, se solicitó a los participantes, de acuerdo con una guía estructurada, su consentimiento informado, cuidando los principios de autonomía, justicia y beneficencia y normoeficiencia. Fue aprobado por el Comité de Investigación del hospital.

Resultados

De las 226 encuestas distribuidas, 196 cumplieron con los criterios del estudio y se completaron correctamente; las 30 restantes de eliminaron por no reunir las pautas establecidas, por lo que se obtuvo una tasa de respuesta del 86.7%.

En el perfil sociodemográfico destaca el sexo femenino, con el 56% (p < 0.05), con una edad media de 44 ± 7.2 años. Predominó el grupo de edad < 40 años, con el 59% (p < 0.05). El 57% (p < 0.05) no tenía pareja estable, el tiempo promedio con esta fue de 15.2 ± 5.6 años, el 58% (p < 0.05) tenía menos de 15 años con ella, en el 47% la pareja no trabajaba y el 60% (p < 0.05) manifestó no tener hijos.

En el perfil laboral, la especialidad de actividad profesional que destacó fue la clínica, con el 51% (p < 0.05); la antigüedad profesional tuvo un promedio de 15.2 ± 6.4 años, y en el puesto actual de trabajo fue de 9 ± 7.4 años. El grupo de menos de 10 años de antigüedad laboral se ubicó en el 56% (p < 0.05), y de igual forma sobresalió con el 48% el grupo de menos de 10 años de antigüedad en el puesto. El 58% manifestó laborar en la jornada acumulada y el 47% tenía contratación definitiva (p < 0.05). El 49% no tenía otro trabajo y el 42% de los que sí lo tenían laboraban en este más de 4 horas (p < 0.05).

El SDP se detectó en 90 (45.9%) participantes, de los cuales 43 (47.7%) tuvieron una subescala afectada, 32 (35.5%) dos subescalas y 15 (16.8%) tres subescalas.

Posteriormente se caracterizaron dos grupos: uno afectado por el SDP y otro sin afectar. Inmediatamente se realizó una asociación con cada una de las variables sociodemográficas y laborales. Obsérvese en el cuadro II que ser mujer, que la pareja no trabaje, no tener hijos, con especialidad clínica, menos de 10 años de antigüedad profesional y en el puesto actual de trabajo, laborar en jornada acumulada, contratación definitiva, no tener otro trabajo y laborar más de 4 horas en el trabajo actual, se asociaron como variables de riesgo con la presencia de SDP. Por otra parte, se relacionaron como factores de riesgo ser menor de 40 años (OR: 2.09; IC 95%: 1.06-4.12) y tener menos de 15 años con pareja estable (OR: 3.59; IC 95%: 1.61-8.03).

Cuadro II. Relación de las variables sociodemográficas y laborales con la presencia o ausencia de síndrome de desgaste profesional (burnout) en los médicos especialistas de un hospital regional de la ciudad de Guadalajara, México, en 2019 (n = 196)

Variable (n) SDP, n (%) Ji al cuadrado OR IC 95%
No
90 (45.9) 106 (54.1)
Perfil sociodemográfico
Sexo  Masculino 55 (41.0) 78 (59.0) 3.47 0.56 0.29-1.02
 Femenino 35 (56.0) 28 (44.0)
Grupo de edad  Menor de 40 años 33 (59.0) 23 (41.0) 5.34 2.09 1.06-4.12*
 Mayor de 40 años 57 (41.0) 83 (59.0)
Estado civil  Con pareja estable 53 (40.0) 78 (60.0) 4.74 0.51 0.27-0.98*
 Sin pareja estable 37 (57.0) 28 (43.0)
Tiempo con pareja estable  Menos de 15 años 31 (58.0) 22 (42.0) 12.02 3.59 1.61-8.03*
 Más de 15 años 22 (28.0) 56 (72.0)
Trabaja la pareja  Sí 30 (37.0) 52 (63.0) 1.36 0.65 0.30-1.42
 No 23 (47.0) 26 (53.0)
Hijos  Sí 53 (40.0) 81 (60.0) 6.91 0.44 0.23-0.85*
 No 37 (60.0) 25 (40.0)
Perfil laboral
Área laboral  Especialidad clínica 44 (51.0) 43 (49.0) 1.37 1.40 0.76-2.57
 Especialidad quirúrgica 46 (42.0) 63 (58.0)
Antigüedad profesional  Menos de 10 años 28 (56.0) 22 (44.0) 2.75 1.72 0.86-3.47
 Más de 10 años 62 (44.0) 84 (56.0)
Antigüedad en el puesto actual de trabajo  Menos de 10 años 59 (48.0) 64 (52.0) 0.56 1.25 0.67-2.34
 Más de 10 años 31 (43.0) 42 (57.0)
Turno laboral  Matutino 52 (49.0) 54 (51.0) 4.00 - -
 Vespertino 21 (36.0) 38 (64.0)
 Nocturno 9 (51.0) 8 (49.0)
 Jornada acumulada 8 (58.0) 6 (42.0)
Tipo de contratación  Definitiva 88 (47.0) 100 (53.0) 1.47 2.64 0.47-19.45
 Temporal 2 (25.0) 6 (75.0)
Otro trabajo  Sí 32 (41.0) 47 (59.0) 1.56 0.69 0.37-1.28
 No 58 (49.0) 59 (51.0)
Horas que labora en el otro trabajo  Menos de 4 horas 4 (33.0) 8 (67.0) 0.30 0.70 0.16-2.92
 Más de 4 horas 28 (42.0) 39 (58.0)

* p ≤ 0.05.

IC 95%: Intervalo de confianza del 95%; OR: Odds ratio; SDP: Síndrome de desgaste profesional.

Fuente: Encuesta directa, 2019.

Se comporta como factor protector contra el SDP el no tener pareja estable (OR: 0.51; IC95%: 0.27-0.98).

Se muestran los datos obtenidos para las características de riesgo epidemiológico asociadas a las subescalas AE (Cuadro III), DP (Cuadro IV) y RP (Cuadro V), con la presencia o ausencia de J12SDP.

Cuadro III. Características de riesgo epidemiológico y estadísticamente asociadas con la subescala de agotamiento emocional con la presencia o ausencia del síndrome de desgaste profesional (burnout) entre los médicos especialistas de un hospital regional de la ciudad de Guadalajara, México, en 2019 (n = 196)

Variables AE, n (%) Ji al cuadrado OR IC 95%
Con SDP Sin SDP
Perfil sociodemográfico
Sexo Masculino 34 (26) 99 (74) 5.96 0.46 0.23-0.90*
Femenino 27 (57) 36 (43)
Grupo de edad Menor de 40 años 27 (49) 29 (51) 10.68 2.90 1.44-5.87*
Mayor de 40 años 34 (24) 106 (76)
Estado civil Con pareja estable (casados/unión libre) 37 (28) 94 (72) 1.53 0.67 0.34-1.33
Sin pareja estable (solteros/viudos/divorciados) 24 (37) 41 (63)
Tiempo con pareja estable Menos de 15 años 25 (47) 28 (53) 15.73 4.91 2.02-12.12*
Más de 15años 12 (15) 66 (85)
Trabaja la pareja 21 (26) 61 (74) 0.75 0.71 0.30-1.66
No 16 (33) 33 (67)
Hijos 35 (26) 99 (74) 4.95 0.49 0.25-0.97*
No 26 (42) 36 (58)
Perfil laboral
Área laboral Especialidad clínica 28 (32) 59 (68) 0.08 1.09 0.57-2.10
Especialidad quirúrgica 33 (28) 76 (72)
Antigüedad profesional Menos de 10 años 23 (46) 27 (54) 6.93 2.42 1.18-4.98*
Más de 10 años 38 (26) 108 (74)
Antigüedad en el puesto de trabajo Menos de 10 años 45 (37) 78 (63) 4.60 2.06 1.01-4.22*
Más de 10 años 16 (22) 57 (78)
Turno laboral Matutino 38 (36) 68 (64) 7.74 - -
Vespertino 11 (19) 48 (81)
Nocturno 5 (29) 12 (71)
Jornada acumulada 7 (50) 7 (50)
Tipo de contratación Definitiva 59 (31) 129 (69) 3.09 0.53 0.28-1.12
Temporal 2 (25) 6 (75)
Tiene otro trabajo 19 (24) 60 (76) 3.09 0.57 0.28-1.12
No 42 (36) 75 (64)
Horas que dedica a otro trabajo Menos de 4 horas 3 (18) 9 (82) 0.01 1.06 0.20-5.10
Más de 4 horas 16 (24) 51 (76)

* p ≤ 0.05.

AE: Agotamiento emocional; IC 95%: Intervalo de confianza del 95%; OR: Odds ratio; SDP: Síndrome de desgaste profesional.

Fuente: Encuesta directa, 2019.

Cuadro IV. Características de riesgo epidemiológico y estadísticamente asociado con la subescala de despersonalización con la presencia o ausencia de síndrome de desgaste profesional (burnout) entre los médicos especialistas de un hospital regional de la ciudad de Guadalajara, México, en 2019 (n = 196)

Variables DP, n (%) Ji al cuadrado OR IC 95%
Con SDP Sin SDP
Perfil sociodemográfico
Sexo Masculino 23 (17) 110 (83) 0.68 0.73 0.33-1.65
Femenino 14 (22) 49 (78)
Grupo de edad Menor de 40 años 17 (30) 39 (70) 6.75 2.62 1.17-5.85*
Mayor de 40 años 20 (14) 120 (86)
Estado civil Con pareja estable (casados/unión libre) 19 (15) 112 (85) 4.93 0.44 0.20-0.98*
Sin pareja estable (solteros/viudos/divorciados) 18 (28) 47 (72)
Tiempo con pareja estable Menos de 15 años 14 (26) 39 (74) 10.18 5.24 1.60-18.16*
Más de 15años 5 (6) 73 (94)
Trabaja la pareja 9 (11) 73 (89) 2.20 0.48 0.16-1.42
No 10 (20) 39 (80)
Hijos 18 (14) 115 (86) 7.72 0.36 0.16-0.80*
No 19 (30) 44 (70)
Perfil laboral
Área laboral Especialidad clínica 17 (20) 70 (80) 0.04 1.08 0.50-2.35
Especialidad quirúrgica 20 (18) 89 (82)
Antigüedad profesional Menos de 10 años 15 (30) 35 (70) 5.42 2.42 1.06-5.49*
Más de 10 años 22 (15) 124 (85)
Antigüedad en el puesto de trabajo Menos de 10 años 20 (16) 103 (84) 1.48 0.64 0.29-1.40
Más de 10 años 17 (23) 56 (77)
Turno laboral Matutino 19 (17) 87 (83) 2.25 - -
Vespertino 14 (24) 45 (76)
Nocturno 3 (18) 14 (82)
Jornada acumulada 1| (7) 13 (93)
Tipo de contratación Definitiva 36 (19) 152 (81) 0.22 1.66 0.19-36.98
Temporal 1 (13) 7 (87)
Tiene otro trabajo 17 (22) 62 (78) 0.60 1.33 0.61-2.90
No 20 (17) 97 (83)
Horas que dedica a otro trabajo Menos de 4 horas 11 (55) 9 (45) 17.78 10.80 2.76-44.62*
Más de 4 horas 6 (10) 53 (90)

* p ≤ 0.05.

DP: Despersonalización; IC 95%: Intervalo de confianza del 95%; OR: Odds ratio; SDP: Síndrome de desgaste profesional.

Fuente: Encuesta directa, 2019.

Cuadro V. Características de riesgo epidemiológico y estadísticamente asociado con la subescala de falta de realización personal en el trabajo con la presencia o ausencia del síndrome de desgaste profesional (burnout) entre los médicos especialistas de un hospital regional de la ciudad de Guadalajara, México, en 2019 (n = 196)

Variables Falta de RP, n (%) Ji al cuadrado OR IC 95%
Con SDP Sin SDP
Perfil sociodemográfico
Sexo Masculino 40 (30) 93 (70) 0.83 1.38 0.66-2.90
Femenino 15 (24) 48 (76)
Grupo de edad Menor de 40años 15 (27) 41 (73) 0.06 0.91 0.43-1.93
Mayor de 40 años 40 (29) 100 (71)
Estado civil Con pareja estable (casados/unión libre) 32 (24) 99 (76) 2.58 0.59 0.20-1.18
Sin pareja estable (solteros/viudos/divorciados) 23 (35) 42 (65)
Tiempo con pareja estable Menos de 15 años 16 (30) 37 (70) 1.60 1.68 0.70-4.04
Más de 15años 16 (21) 62 (79)
Trabaja la pareja 16 (20) 66 (80) 2.87 0.50 0.21-1.21
No 16 (33) 33 (67)
Hijos 36 (27) 98 (73) 0.30 0.83 0.41-1.70
No 19 (31) 43 (69)
Perfil laboral
Área laboral Especialidad clínica 30 (35) 57 (65) 3.20 1.77 0.90-3.48
Especialidad quirúrgica 25 (23) 84 (77)
Antigüedad profesional Menos de 10 años 13 (26) 37 (74) 0.14 0.87 0.39-1.90
Más de 10 años 42 (29) 104 (71)
Antigüedad en el puesto de trabajo Menos de 10 años 30 (24) 93 (76) 2.20 0.62 0.31-1.23
Más de 10 años 25 (34) 48 (66)
Turno laboral Matutino 31 (29) 75 (71) 1.02 - -
Vespertino 15 (25) 44 (75)
Nocturno 6 (35) 11 (65)
Jornada acumulada 3 (21) 11 (79)
Tipo de contratación Definitiva 54 (29) 134 (71) 1.00 2.82 0.34-62.45
Temporal 1 (12) 7 (88)
Tiene otro trabajo 21 (27) 58 (73) 0.14 0.88 0.44-1.76
No 34 (29) 83 (71)
Horas que dedica a otro trabajo Menos de 4 horas 2 (17) 10 (83) 0.71 0.51 0.07-2.84
Más de 4 horas 19 (28) 48 (72)

*p ≤ 0.05.

IC 95%: Intervalo de confianza del 95%; OR: Odds ratio; RP: Realización personal en el trabajo; SDP: Síndrome de desgaste profesional.

Fuente: Encuesta directa, 2019.

Se asociaron como variables de riesgo con la presencia de SDP para las subescalas AE, DP y RP no tener pareja estable, menos de 15 años con pareja, que la pareja no trabaje, no tener hijos, con especialidad clínica, antigüedad profesional menor de 10 años y contratación definitiva. Para SDP, AE y DP, ser mujer y menor de 40 años.

Se comportan como factores de riesgo con presencia de SDP para la subescala AE ser menor de 40 años (OR: 2.90; IC 95%: 1.44-5.87), tener menos de 15 años con pareja estable (OR: 4.91; IC 95%: 2.02-12.12), menos de 10 años de antigüedad profesional (OR: 2.42; IC 95%: 1.18-4.98) y en el puesto actual de trabajo (OR: 2.06; IC 95%: 1.01-4.22).

Para la subescala DP, los factores de riesgo son ser menor de 40 años (OR: 2.62; IC 95%: 1.17-5.85), tener menos de 15 años con pareja estable (OR: 5.24; IC 95%: 1.60-18.16), menos de 10 años de antigüedad profesional (OR: 2.42; IC 95%: 1.06-5.49) y dedicar menos de 4 horas a otro trabajo (OR: 10.80; IC 95%: 2.76-44.62). No se encontraron factores de riesgo con la aparición de SDP para la subescala RP, solo variables de riesgo: ser varón, mayor de 40 años, no tener pareja estable, que esta no trabaje y no tener hijos, especialidad clínica, antigüedad profesional y permanencia en el puesto actual de trabajo mayor de 10 años, turno laboral nocturno, contratación definitiva, no tener otro trabajo y laborar más de 4 horas en este.

Se comportan como factores protectores contra SDP y la presencia de AE ser mujer (OR: 0.46; IC 95%: 0.23-0.90) y no tener hijos (OR: 0.49; IC 95%: 0.25-0.97), y para DP no tener pareja estable (OR: 0.44; IC 95%: 0.20-0.98) y no tener hijos (OR: 0.36; IC 95%: 0.16-0.80). Para la RP no se encontraron factores protectores.

Se efectuó una correlación con el SDP en las tres subescalas, que mostró una asociación inversamente proporcional de AE (−0.675; p = 0.0001) y DP (−0.492; p = 0.0001), y directamente proporcional de RP (0.630; p = 0.0001).

En el cuadro VI se establecen los valores medios en las subescalas AE (15.6), DP (5.0) y RP (39.9) en nuestro estudio, y se comparan con los de otros autores.

Cuadro VI. Valores medios en las subescalas de agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal en el trabajo del síndrome de desgaste profesional (burnout) entre los médicos especialistas, según diversos autores

Autores AE DP Falta de RP
Valores normales (Maslach y Jackson, 1986) 22.1 7.2 36.5
Visser, et al.35 (2003) 15.5 7.4 27.3
Castañeda, et al. (2019)* 15.6 5.0 39.9
Escriba, et al.38 (2008) 17.8 10.6 34.0
Goehring, et al.6 (2005) 17.9 6.5 39.6
Arteaga, et al.9 (2014) 18.6 8.3 30.4
Esquivel, et al.26 (2007) 20.1 7.5 31.2
Tait, et al.31 (2012) 21.0 5.0 42.0
Martín, et al.39 (2009) 21.3 9.1 38.6
Bruce, et al.13 (2005) 21.8 7.1 36.0
Glesberg, et al.32 (2007) 23.3 8.0 37.8
Grau, et al.15 (2009) 24.7 7.8 37.7
Siu et al.33 (2012) 27.2 10.9 31.6

* Presente estudio.

AE: Agotamiento emocional; DP: Despersonalización; RP: Realización personal en el trabajo.

Discusión

El estudio del SDP ha ido creciendo en complejidad a medida que se ha profundizado en la identificación y la evaluación de sus posibles causas, determinantes y procesos adyacentes. El estudio del SDP en una muestra representativa de médicos especialistas de un hospital regional de Guadalajara, México, tiene como fortaleza aportar elementos de juicio no solo para constatar la creciente importancia de la magnitud del síndrome en el área de la salud y la afectación del personal sanitario, sino también para describir y analizar factores de riesgo y de protección asociados.

Las principales restricciones del presente trabajo están relacionadas con su diseño transversal y con algunas propiedades del instrumento de recolección de datos utilizado, el cuestionario estructurado, que disminuye las respuestas obtenidas de los sujetos de estudio a las opciones que limitan la explicación o profundización del tema investigado. Otras posibilidades fueron el sesgo en la memoria y la reserva individual por temor a que la información otorgada se usara de forma negativa. El primer aspecto se solventó al utilizar cuestionarios validados; el segundo se trató de evitar mediante el uso de preguntas concretas y objetivas; y el tercero, al asegurar el anonimato de los informantes.

Lo anterior se logró en nuestro estudio, con el 86.7% de respuesta, lo que aunado al tamaño de la muestra ofrece representatividad en relación con los médicos especialistas que laboran en este hospital de Guadalajara, México, y que reflejó una frecuencia alta en comparación con otros estudios reportados en la literatura10,11,13,26,29-31,35,37,40 y por debajo de los hallazgos de otros autores.16-17,32,33

En lo referente al perfil sociodemográfico, se identificó que el sexo femenino fue el que destacó en nuestro estudio, lo que concuerda con la literatura médica revisada,8,32,38,39,40 no coincidiendo con otros estudios en los que predomina el masculino,7-10-11,13,15,18,19,21,24,26,27,28,30-31,33,37,41 mientras que Hernández,25 en el año 2003, encontró la misma proporción en ambos sexos. Ordenes16 en el año 2004 y Linzer, et al.21 en el año 2002 no encontraron diferencias significativas con relación al sexo.

La edad también fue analizada, siendo el grupo de menores de 40 años el que presentó el mayor número de casos, lo cual se ajusta a las investigaciones revisadas8,17,18,19,24,28,32,36,39 y se asoció significativamente. Sin embargo, nuestro hallazgo no coincidió con los de otros estudios,10,11,13,15,21,26,27,29,30,35,36,40,41 en los que predominaron los médicos mayores de 40 años. Ordenes16 no encontró diferencias significativas en relación con la edad.

El hecho de no tener pareja estable se mostró con mayor frecuencia en nuestro estudio, lo que coincide con el llevado a cabo por Esquivel, et al.26 en 2007, y se comportó como factor protector, mientras que para la mayoría de los autores prevaleció el tener pareja estable.7,8,11,13,16,19,26,29,30,31,32,33,35,37,40,41 Ordenes16 no encontró diferencias significativas en comparación con tenerla o no. En nuestra investigación destacó que tener menos de 15 años con pareja asoció significativamente, y además predominó que trabajara la pareja; estas variables no fueron reportadas en los estudios revisados. No tener hijos sobresalió en nuestro estudio y se manifestó como factor protector, coincidiendo con Siu, et al.33 en su estudio de 2012. No obstante, para otros investigadores15,26,31,32,37 destacó que tenerlos fue un factor protector; para Grau, et al.,15 en 2009, tener hijos también resultó ser un efecto protector.

En lo concerniente al perfil laboral, se identificó que la especialidad clínica sobresalió en el área laboral, concordando con otros estudios,26,29,30,41 pero no coincidiendo con los de Cotrina y Panez7, y Lugo,24 en 2019, y el de Miraval27 en 2017, en el que destacó la especialidad quirúrgica. Tener una antigüedad profesional menor de 10 años destacó en nuestra investigación y coincide con los estudios realizados por otros autores,7,28,34,39 pero no con otras investigaciones. 11,15,25,26,29,30,33,36-38,41 Ordenes16 no halló diferencias significativas en este rubro; la antigüedad en el puesto actual de trabajo fue menor de 10 años y concuerda con Martín et al.,39 en 2009, pero la antigüedad mayor de 10 años no fue reportada en los estudios revisados.

En lo referente al turno laboral, destacó la jornada acumulada, pero esta variable no fue reportada en los estudios examinados. El tipo de contratación definitiva fue el que predominó en nuestro estudio, lo que concuerda con lo encontrado por Cotrina y Panez1 en 2019, mientras que para Sarmiento,17 en 2019, prevaleció la contratación temporal. No tener otro trabajo destacó en nuestra investigación, lo cual no coincide con otros autores,11,31,32,41 siendo significativo en el estudio realizado por Sabag,22 en 2006, en el que se destacó el tenerlo, y laborar más de 4 horas prevaleció en esta investigación, mientras que esto no fue manifestado por otros autores.

Para contextualizar nuestro estudio se hizo una amplia revisión sobre la prevalencia del SDP en médicos especialistas (Cuadro I), que nos ubica por encima de la mayoría de las investigaciones revisadas7,11,13,15-19,24-31 y evidencia la amplia variabilidad en la frecuencia del síndrome, situación que a su vez pone de manifiesto el carácter complejo de sus componentes; asimismo, nos sitúa por debajo de otros autores.8,32,33,34,35,36,37

Se nota un rasgo de riesgo consistente para la presencia de SDP, AE, DP y RP juntos: no tener pareja estable o tener menos de 15 años con ella, y que esta no trabaje, no tener hijos, con especialidad clínica, menos de 10 años de antigüedad profesional y con contratación definitiva; además, para SDP, AE y DP, ser mujer y tener menos de 40 años de edad.

Los valores medios encontrados en nuestro estudio en las subescalas fueron AE = 15.6, DP = 5.0 y RP = 39.9, tal como se observa en el cuadro VI.

El establecimiento de una correlación negativa con la presencia del SDP entre las subescalas AE y DP y positiva con la de RP está en concordancia con lo encontrado por Salanova, et al.42 en el año 2000. Este resultado también ha sido confirmado mediante modelos de ecuaciones estructurales elaborados por Schaufeli, et al.43 en 2002 y Manzano.44 Se confirma que el AE es la subescala más fiable del síndrome. Schaufeli y Enzmann,45 en 1998, mencionan que las dos dimensiones centrales del síndrome son el AE y la DP; Lee y Ashforth46 en 1996 aseguran que ambas dimensiones son el corazón de este.

Conclusiones

Se concluye que el SDP es frecuente (45.9%) en los médicos especialistas y sus principales factores de riesgo son ser mujer, menor de 40 años, sin pareja estable o menos de 15 años con pareja, que la pareja no trabaje, sin hijos, con especialidad clínica, menos de 10 años de antigüedad profesional y que se mantenga en el puesto actual de trabajo, laborar jornada acumulada, con contratación definitiva, no tener otro trabajo o laborar más de 4 horas en él. La afectación de las subescalas de AE y DP se comporta como el síndrome. Los niveles medios de las subescalas se encuentran, en general, cerca de la normalidad. Se encontró una correlación negativa entre las subescalas AE y DP, y positiva entre la falta de RP en el trabajo con la presencia del síndrome. Lo anterior nos lleva a considerar la necesidad de establecer medidas preventivas o de intervención en los niveles individual, social y organizativo para reducir la prevalencia encontrada.

Conflicto de intereses

Los autores han completado y enviado la forma traducida al español de la declaración de conflicto potencial de intereses del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, y no fue reportado ninguno que tuviera relación con este artículo.

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

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Cómo citar este artículo:

Castañeda-Aguilera E, García de Alba-García JE. Prevalencia del síndrome de desgaste profesional (burnout) en médicos especialistas y factores de riesgo. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2020;58(2):161-173.

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