Cómo citar este artículo: Murillo-Godínez G. Comentario sobre el uso desmedido de referencias extranjeras. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2015;53(1):54.
CARTAS AL EDITOR
Guillermo Murillo-Godíneza
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Con relación a la observación que hace el doctor Jesús Alfonso Peñaloza-Santillán, respecto al reiterado uso desmedido de referencias extranjeras,1 en un artículo de la revista,2 es prudente recordar dos comentarios que vienen al caso, hechos por Fidel Fernández Martínez y por José Torres Torija, pues, a casi un siglo de distancia (89 y 85 años, respectivamente), no parece haber muchas diferencias:
[…] En la mayor parte de las cuestiones científicas, somos neciamente traductores, cuando podríamos ser gloriosamente autores… pero nutrimos nuestros cerebros en fuentes exóticas, seguimos ciegamente las trazas que nos dan desde fuera y no creemos más verdades que las que traen el marchamo de la aduana… nosotros no estamos menos capacitados para la labor productora que los extranjeros, de quienes somos humildes copiadores; lo que nos falta es orientación, dirección, hábito, constancia en el trabajo y fe ciega en sus resultados…3
[…] Son raros, en una palabra, los intelectuales mexicanos que acometen la empresa de escribir un libro. Contados son los escritos por médicos mexicanos… en los que se condensen las ideas y las experiencias de sus autores. Las razones de este retraimiento de nuestros intelectuales para escribir son múltiples y sería ocioso enumerarlas. Independientemente de las condiciones económicas y de temperamento, hay otras de mucho peso y entre ellas quizás la más importante es el desdén con que son vistos tales libros, resultado de un esfuerzo, tanto más meritorio, cuanto más difíciles son las circunstancias de nuestro medio ambiente. Editados trabajosamente y con elevados precios, apenas alcanzan el honor de una pequeña nota bibliográfica, y circulan entre un reducido número de personas, para perderse después de algún tiempo en las sombras del olvido, en tanto que publicaciones extranjeras, a veces de escaso valor, corren y circulan de mano en mano. Por esta razón, y sin pretender penetrar en los senderos estrechos del nacionalismo mal entendido, especialmente tratándose de asuntos científicos, pues la ciencia es universal, sí creemos que la publicación de un buen libro, escrito por uno de los nuestros, merece cálido y elogioso comentario, y no sólo eso, sino también el que despleguemos nuestros esfuerzos para la divulgación y el conocimiento de él, ya que representa, en último análisis, la labor paciente de un profesionista, de un intelectual.4