Cómo citar este artículo: Mendoza-Romo MA, Montes-Acuña JF, Zavala-Cruz GG, Nieva-de Jesús RN, Ramírez-Arreola MC, Andrade-Rodríguez HJ. Efecto de DiabetIMSS sobre el riesgo cardiovascular, la tensión arterial y el colesterol-HDL en pacientes con síndrome metabólico. Rev Med Inst Mex Seg Soc 2017;55(1):32-39.
PubMed: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28092245
Enlace alternativo: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=457749297014
APORTACIONES ORIGINALES
Recibido: 10/09/2014
Aceptado: 14/03/2016
Efecto de DiabetIMSS sobre el riesgo cardiovascular, la tensión arterial y el colesterol-HDL en pacientes con síndrome metabólico
Effect of the DiabetIMSS program on cardiovascular risk, blood pressure and HDL cholesterol in patients with metabolic syndrome
Miguel Angel Mendoza-Romo,a Juan Felipe Montes-Acuña,b Gad Gamed Zavala-Cruz,c Rafael Natividad Nieva-de Jesús,d María Cleofas Ramírez-Arreola,e Héctor de Jesús Andrade-Rodríguezf
aCoordinación Auxiliar de Investigación en Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social, San Luis Potosí, San Luis Potosí
bHospital General de Zona 1, Instituto Mexicano del Seguro Social, San Luis Potosí, San Luis Potosí
cUnidad de Medicina Familiar 47, Instituto Mexicano del Seguro Social, San Luis Potosí, San Luis Potosí
dHospital General de Zona 3, Instituto Mexicano del Seguro Social, San Luis Potosí, San Luis Potosí
eHospital General de Zona 2, Instituto Mexicano del Seguro Social, San Luis Potosí, San Luis Potosí
fUnidad de Medicina Familiar 45, Instituto Mexicano del Seguro Social, San Luis Potosí, San Luis Potosí
Instituto Mexicano del Seguro Social, San Luis Potosí, San Luis Potosí, México
Comunicación con: Miguel Ángel Mendoza-Romo
Teléfono: (444) 841 6326
Correo electrónico: miguel.mendozaro@imss.gob.mx
Resumen
Objetivo: evaluar el efecto del programa DiabetIMSS sobre el riesgo cardiovascular, la tensión arterial y colesterol-HDL en pacientes con síndrome metabólico.
Métodos: estudio de intervención cuasiexperimental. Muestreo no probabilístico por conveniencia. Se incluyeron 35 sujetos que participaron en la estrategia educativa de un año de duración. Se recolectaron las siguientes variables: edad, género, tabaquismo, colesterol total, HDL, TA sistólica y diastólica; se calculó el riesgo cardiovascular con calculadora basada en Framingham. Se utilizó estadística descriptiva con porcentajes e inferencial con t de Student.
Resultados: hubo una elevación de la proporción de sujetos que incrementaron sus cifras del colesterol-HDL posterior a la intervención, generando, por ende, un incremento del factor protector (p < 0.05). En razón de las cifras tensionales, se presentó una mejoría notable en todos los rangos de presión arterial (p < 0.05).
Conclusiones: la estrategia educativa para el control del paciente diabético presentó un comportamiento favorable en el colesterol-HDL y tensión arterial, disminuyendo el riesgo cardiovascular de los pacientes.
Palabras clave: Diabetes mellitus tipo 2, Enfermedades cardiovasculares, Síndrome X metabólico, Enfermedades metabólicas.
Abstract
Objective: The aim of this paper is to evaluate the effect of the DiabetIMSS program on cardiovascular risk, blood pressure and HDL cholesterol in patients with metabolic syndrome.
Methods: Quasi-experimental intervention study. Non-probabilistic convenience sampling. 35 subjects in the educational strategy one year were included. The following variables were collected: age, gender, smoking, total cholesterol, HDL cholesterol, systolic and diastolic blood pressure; cardiovascular risk calculator based on Framingham is calculated. Descriptive and inferential statistical percentages with Student t test was used.
Results: There was an increase in the proportion of subjects increased their subsequent figures HDL cholesterol intervention, there by generating an increase of protective factor (p < 0.05). Because of the blood pressure a marked improvement in all ranges of blood pressure (p < 0.05) was presented.
Conclusions: The educational strategy for the control of diabetic patients presented a favorable performance in HDL-cholesterol and blood pressure, reducing the risk of cardiovascular patients.
Keywords: Type 2iabetes mellitus, Cardiovascular diseases, Metabolic syndrome X, Metabolic diseases.
Introducción
Los estilos de vida no saludables se han relacionado con alteraciones de múltiples variables que tienen un impacto razonable en el riesgo cardiovascular de un paciente, conllevando, por ende, a varias patologías con sus respectivas complicaciones, estas últimas consideradas prevenibles mediante actividades de promoción y educación para la salud.1,2
Por otro lado, la alta prevalencia e incidencia de personas con diabetes mellitus llevó a las instituciones de salud como el Instituto Mexicano del Seguro Social a establecer programas para el autocuidado de la salud; acciones fundamentadas en estrategias de educación de los pacientes, con el propósito de disminuir su impacto en la población. De tal modo, el programa DiabetIMSS se estableció para el manejo y control de pacientes de 16 años y más, con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) para su abordaje mediante intervenciones multidisciplinarias mensuales, a lo largo de un año, en las que se involucra una serie de servicios de atención como: consulta externa de medicina familiar, trabajo social, enfermería, nutrición, oftalmología, estomatología y psicología; excluyendo a pacientes con alguna otra comorbilidad como insuficiencia renal crónica, retinopatía diabética, pie diabético y daño cognitivo.3,4,5
El programa de Diabetimss, así como cualquier otro encaminado o diseñado en la educación para la salud, esta cimentado inherentemente en un proceso social, tomando como premisa una serie de teorías y métodos educacionales, con los cuales se analiza el proceso de la salud-enfermedad. El propósito del mismo es informar y motivar a la población a adoptar y mantener estilos de vida saludables, además de propiciar cambios ambientales, dirigir la formación de recursos humanos y la investigación en su propio campo.4,5
La promoción de la salud y la medicina preventiva incorporan factores culturales y comunicativos que condicionan la participación activa de los pacientes diabéticos frente a la toma de decisiones sobre sus estilos de vida saludables, y más aún en pacientes donde su contexto gira en una edad media de 50-60 años, es decir, adultos mayores.6 En estos grupos etarios existen estudios en donde la prevención primaria y secundaria ha demostrado mayores beneficios que las terapias preventivas en pacientes más jóvenes, además, se ha documentado que con los procesos educativos en los que el paciente diabético o hipertenso y su familia participan activamente, se obtienen resultados bioquímicos y antropométricos positivos para un control adecuado 6
El síndrome metabólico (SM), descrito en 1998 por Reaven, comprende un conjunto de factores de riesgo cardiovascular, entre ellos: obesidad abdominal, dislipidemia, intolerancia a la glucosa e hipertensión arterial.7,8 La coexistencia de tres o más de estos factores aumenta notablemente el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2 (DM2). De estos últimos, la hipertensión arterial, la dislipidemia (lipoproteínas de alta densidad y triglicéridos) y, por supuesto, la intolerancia a la glucosa, son las variables que más asociación e impacto tienen a mediano y largo plazo para generar complicaciones histológicas, como aterosclerosis endotelial y, subsecuentemente, enfermedad isquémica coronaria o evento vascular cerebral, independientemente de los criterios definitorios que se utilicen para este síndrome (National Cholesterol Education Program, Organización Mundial de la Salud o Federación Internacional de Diabetes).9,10
El impactar en las diversas variables que componen el síndrome metabólico tiene un efecto positivo en el paciente si se considera que la presencia de estos componentes incrementa el riesgo (OR = 3.1) para múltiples complicaciones, entre las más importantes y mayormente estudiadas se encuentran: enfermedad coronaria, cardiovascular, cerebrovascular, arterial periférica, retinopatía y nefropatía.11,12
De tal suerte que la relación entre mortalidad cardiovascular y el colesterol HDL es lineal, sin un punto de inflexión. En el ATP-III los niveles por debajo de 40 mg/dL son considerados como anormales; esto último, basado en estudios en donde se ha evidenciado el efecto deletéreo de estas cifras (incremento de la incidencia de eventos vasculares en 40%), casi siempre asociadas a una mala dieta y la realización pobre de ejercicio.9,10 Además de estos malos hábitos de vida, uno de los aspectos íntimamente relacionados con el descontrol de este lípido es, precisamente, la falta de apego terapéutico y educación en los pacientes ya monitoreados por su profesional de la salud. El colesterol-HDL tiene propiedades antioxidantes, antiproliferativas, antitromboticas y antiinflamatorias, teniendo un efecto protector para las complicaciones asociadas a la aterosclerosis endotelial previamente comentadas, todo ello, mediante un trasporte inverso de colesterol por parte de los macrófagos en los tejidos periféricos, a través del torrente sanguíneo del hígado para ser metabolizado y secretado en las sales biliares.13,14 Por tal motivo, el ATP-III describió que niveles altos de colesterol HDL (> 60 mg/dL) se consideran como un factor protector los incrementos de 0.33mol/L reducen el riesgo en 1.63.9,10
Respecto a la presión arterial hay que señalar que desde el famoso estudio de cohorte llamado Framingham, elaborado en 1948, se ha reconocido la importancia de esta variable en el riesgo cardiovascular y más aún, cuando esta última se desarrolla en la enfermedad crónica frecuente como es la hipertensión arterial.15,16 La importancia del padecimiento radica en la repercusión que esta última tiene sobre la esperanza y calidad de vida de quien lo padece, siendo relevante el hecho de no diagnosticarse oportunamente o, en su defecto, de cursar de manera asintomática hasta que aparezcan una o varias complicaciones. Por otro lado, la trascendencia de esta enfermedad se mide por la magnitud del impacto que produce por sí misma y sus complicaciones en relación a la morbilidad y mortalidad. Esta enfermedad tiene altas tasas de prevalencia, incidencia y mortalidad en México (actualmente la prevalencia en México es de 33.3% para los hombres y 30.8% para mujeres), representando un problema de salud pública.17
La presión arterial, independientemente de su valor sistólico o diastólico, tiene una muy estrecha relación con el síndrome metabólico (p < 0.001, para el NCEP), relación que va más allá de un criterio diagnóstico para su definición, de tal modo que de los 17 scores mundiales para evaluar el riesgo cardiovascular, todos y cada uno de ellos miden la variable de la presión arterial.18
Todas las variables enumeradas previamente y representadas por factores de riesgo son definidas como las características de un individuo o población que están presentes en los primeros momentos de la vida, y que se asocian con un aumento del riesgo para desarrollar alguna enfermedad en un futuro,3 dividiéndose en factores controlables (inactividad física, tabaquismo, estrés, obesidad) e incontrolables (edad, género, historia familiar) según se puedan modificar favorable o desfavorablemente.19
En la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), en razón a la hemoglobina glucosilada (HbA1), se ha demostrado que la hiperglucemia aumenta el riesgo cardiovascular (RCV) en un 11 a 16% en los pacientes diabéticos, independientemente de la presencia de otros factores de RCV. De tal modo que el mantenimiento de la HbA1 en valores del 7%, reduce el riesgo de manifestar un infarto al miocardio en un 15% y de presentar cualquier otra enfermedad cardiovascular entre un 11-15%, y más aún cuando la HbA1 de estos pacientes se aproxima al 6.5%, logrando disminuciones en el riesgo cardiovascular en un 20% 20
Por otro lado, el RCV se ve aumentado en aquellos pacientes diabéticos que presentan alguna otra comorbilidad simultánea, como es el caso de la hipertensión arterial sistémica (HAS) sobreagregada a la diabetes, incrementando el riesgo de complicaciones macro y microvasculares en aproximadamente un 20%, esto último, en comparación con los pacientes que presentan solo una comorbilidad.21 A su vez, como quedó de manifiesto en el control de la DM2, el control de la hipertensión arterial por debajo de 136/76 mmHg disminuye el RCV de un 58% a un 46%, tanto para eventos cardiovasculares como en la muerte de este grupo de pacientes.20 Por lo tanto, es fundamental señalar que los pacientes diabéticos con enfermedad cardiovascular establecida, presentan el binomio DM2-HAS en un 77%, lo cual implica que el control de una patología impacta de manera directa en la otra, como lo descrito en el estudio VIIDA, en donde se hace referencia que la reducción de la HbA1 por debajo del 7% puede lograr un buen control en la tensión arterial hasta en un 13%.21
Actualmente para valorar el RCV, como se señaló previamente, se han creado distintos algoritmos (scores) de predicción del riesgo cardiovascular, desarrollados a partir del Framingham Heart Study para un primer suceso cardiovascular basado en la edad, sexo, colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), presión sanguínea sistólica y diastólica, e historia de diabetes y hábito tabáquico. Una vez que los puntos se han asignado y sumado, el registro total puede trasladarse a un riesgo absoluto estimado de un evento de cardiovascular y cerebrovascular que pudiese producirse en los próximos 10 años.22,23,24
Por lo cual, uno de los grandes modelos institucionales para disminuir el riesgo cardiovascular en pacientes diabéticos es el ya citado DiabetIMSS, modelo en el que sus criterios de ingreso se traducen en no manifestar una evolución mayor a 10 años de DM2, no presentar complicaciones y, por supuesto, aceptar la estrategia a través de un consentimiento para asistir a 12 sesiones con una duración de dos horas, una vez al mes. En estas sesiones se les proporciona todo lo relacionado con dicho padecimiento, con el objetivo de que conozcan más sobre su enfermedad, lleven su control médico durante o después de cada sesión y, de ser necesario, se le soliciten estudios de control. También, a partir de esta estrategia, se les informa sobre la importancia de su alimentación con el plato del buen comer, la interpretación de las etiquetas de diversos productos procesados, automonitoreo de su cambio de estilo de vida y se les dan distintas herramientas para solucionar sus problemas, controlar sus emociones, así como la educación necesaria para implementar el ejercicio adecuado para lograr las metas de control de su diabetes. Los pasos de integración, por lo tanto, son: acudir a consulta con su médico familiar, realizarse exámenes de laboratorio, pasar al departamento clínico y a trabajo social, donde se le citará cada mes para darle seguimiento clínico con el médico de DiabetIMSS.25 Todo esto con el objetivo que el paciente lleve un control óptimo de su enfermedad, previniendo así sus complicaciones y mejorando su calidad de vida.26
Finalmente, hay que señalar que la diabetes mellitus y las enfermedades cardiovasculares son un reto creciente para el sistema de salud, no solo por sus repercusiones epidemiológicas, sino también por sus consecuencias económicas y sociales, resaltando que, desde el punto de vista de social y público, el grado de desarrollo de un país se define, entre otras cosas, por su perfil de salud.
Métodos
Se trata de un estudio observacional, longitudinal con un diseño prospectivo, comparativo, realizado de junio del 2012 a junio del 2013, en donde se formó un solo grupo que fue su propio control (con mediciones iniciales y finales a los 12 meses). El tamaño de la muestra se calculó con base en un universo de 400 pacientes anuales, utilizando la fórmula para estimación de proporciones con un nivel de confianza o seguridad de 95% (1-alfa) y una proporción de 0.75 (utilizando la calculadora de Unidad de Epidemiología Clínica y Bioestadística, Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña), valor aproximado al parámetro medido que maximiza la muestra, dando un total de 30 sujetos. A su vez, se consideró una proporción esperada de posibles pérdidas (R) de 15%, quedando en 35 el tamaño de muestra definitivo para nuestro estudio; el muestreo fue no probabilístico por conveniencia de casos consecutivos del total de ingresos al programa en un mes. Se realizó un análisis estadístico con medidas de tendencia central y su dispersión con media, mediana, moda, porcentajes y análisis inferencial con t de Student, además de media geométrica para la comparación de resultados porcentuales de RVC.
Los criterios de inclusión fueron: contar con diagnóstico de DM2 de menos de 10 años de evolución, sin deterioro cognitivo, psicosis o fármacodependientes y sin complicaciones crónicas, que acudiera una vez al mes por un año a una sesión con una duración de 2.5 horas.
Posteriormente, y previo consentimiento informado, se formó un solo grupo al que se le aplicó la calculadora de riesgo de Framingham,27 a través del método de categorías, que consistió en introducir los resultados de las siguientes variables: edad, género, colesterol total, colesterol-HDL, valores de TA sistólica y diastólica, presencia, o no, de tabaquismo; variables que fueron tomadas al ingreso del programa y al final de la estrategia (12 meses), lo que permitió evaluar el RCV de sufrir un accidente cardiovascular y cerebrovascular en los próximos 10 años en los pacientes que acudieron al programa DiabetIMSS.
Basándonos en el método mencionado, se determinó en varones de 30 a 74 años el promedio de riesgo y las estimaciones del mismo, idealizando la presión sanguínea óptima, el colesterol total (CT) de 160 mg/dL a 199 mg/dL (o colesterol-LDL de 100 mg/dL a 129 mg/dL), colesterol-HDL de 45 mg/dL, sin diabetes y sin fumar. Mientras que para mujeres de 30 a 74 años, las estimaciones del promedio de riesgo se basaron en las estimaciones del riesgo idealizado basadas en la presión sanguínea óptima, CT de 160 mg/dL a 199 mg/dL (o LDL de 100 mg/dL a 129 mg/dL), HDL-C de 55 mg/dL, sin diabetes y sin fumar.28
La toma de la tensión arterial se efectuó de conformidad con los procedimientos que se describen en la Norma Oficial Mexicana NOM-030-SSA2-1999; respecto a las muestras de sangre hay que señalar que se tomaron al ingreso del programa, a los 3, 6 y 12 meses, tomando como premisa que al ser un solo grupo de pacientes, este fue su propio control (al inicio del programa y a los 12 meses). Finalmente, se concentraron los datos en programa SPSS 22, procediéndose al análisis estadístico t de Student al inicio y al final de la estrategia (12 meses).
Resultados
De los 35 sujetos estudiados, el 37.2% fueron del género masculino (13 sujetos) y 62.8% fueron del género femenino (22 sujetos), los cuales estuvieron en un margen de 30 a 74 años de edad, distribuidos de la siguiente manera: de 30 a 34 años hubo un 5.7% (2 sujetos), de 35 a 39 años un 5.7% (2 sujetos), 11.4% (4 sujetos) de 40 a 44 años, 25.7% (9 sujetos), de 45 a 49 años un 11.4% (4 sujetos), de 50 a 54 años se estudiaron 6 sujetos (17.1%), de 55 a 59 años el 5.7% (2 sujetos), de 60 a 64 años el 8.6% (3 sujetos) y de 65 a 69 años el 8.6% (3 sujetos), puntualizando que no hubo pacientes de 70 a 74 años en nuestro estudio.
El 97% de los pacientes presentaron un tabaquismo negativo al inicio del estudio, el cual llego al 100% al final de la estrategia. Respecto al colesterol-HDL, hubo una reducción del porcentaje de pacientes que tenían inicialmente parámetros anómalos que definían un criterio de síndrome metabólico; a su vez, hubo una elevación de la proporción de sujetos que incrementaron sus cifras del colesterol-HDL posterior a la intervención (p < 0.05) como se muestra en la figura 1; generando, por ende, un incremento del factor protector. En razón de las cifras tensionales, estas también tuvieron una disminución significativa (p < 0.05), que se muestran en la figura 2, con una mejoría notable en todos los rangos de presión arterial, de manera más sobresaliente en los sujetos con presión arterial inicial de 130/85 mmHg.
Figura 1
Frecuencia de pacientes de DiabetIMSS en los diferentes rangos de HDL al inicio y al final de la intervención educativa
Fuente: Base de datos SPSS 21. IMB para Windows