Cómo citar este artículo: Fajardo-Ortiz G. Cuatro etapas en la historia del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2015;53(5):656-63.
HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA MEDICINA
Recibido: 12/08/2014
Aceptado: 07/04/2015
aGuillermo Fajardo-Ortiz
aSubdivisión de Educación Continua, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, Distrito Federal, México
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En este documento se presenta en cuatro etapas la historia del hoy Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. La primera etapa se inició a fines de los años treinta del siglo XX y terminó en 1961, correspondió a la concepción, planeación y construcción de lo que iba a ser el Centro Médico del Distrito Federal que pertenecía a la Secretaría de Salubridad y Asistencia. La segunda etapa inició cuando el Centro fue adquirido por el Instituto Mexicano del Seguro Social, conociéndose como Centro Médico Nacional, el cual fue puesto en funcionamiento completamente en 1963; más de veintidós años después, en 1985, un sismo prácticamente lo acabó, aunque de inmediato se inició su reconstrucción, la cual terminó en 1989, año en que comenzó la tercera etapa. Fue entonces cuando diferentes y nuevas construcciones complementaron o sustituyeron a las edificaciones dañadas o destruidas por el temblor, que son las que hasta el día de hoy conforman el Centro Médico Nacional Siglo XXI. En el año 2004 se abrió la cuarta etapa, al categorizarse a los cuatro hospitales que configuran el Centro Médico Nacional Siglo XXI como Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE).
Palabras clave: Historia de la Medicina, Sistemas de salud, Servicios de salud, México
This document presents four stages in the history of the Centro Médico Nacional Siglo XXI (National Medical Center XXI Century) of the Instituto Mexicano del Seguro Social. The first stage started at the end of the third decade of the twentieth century and ended in 1961, it corresponded to the conception, planning and construction of what was to be the Centro Médico del Distrito Federal (Medical Center of the Federal District) belonging to the Secretaría de Salubridad y Asistencia (Ministry of Health and Assistance). The second stage began when the Center was acquired by the Institute, then was known like Centro Médico Nacional (National Medical Center), being put into full operation in 1963, more than twenty-two years later, in 1985, an earthquake virtually ended it, immediately began its reconstruction, finishing the second stage. In 1989 began the third stage, different and new buildings complemented or replaced the structures damaged or destroyed by the earthquake which formed the now Centro Médico Nacional Siglo XXI (National Medical Center XXI Century). In 2004 the fourth stage opened when the four hospitals of the Center were categorized like Unidades Médicas de Alta Especialidad (High Specialized Medical Units).
Keywords: History of Medicine, Health systems, Health services,Mexico
Esta es la historia del hoy Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la cual comenzó a finales de los años treinta del siglo XX. Se trata de uno de los mayores exponentes de la atención médica especializada contemporánea de México, además de ser un importante lugar de enseñanza e investigación y de trabajo.
Su historia se presenta en cuatro etapas cronológicas que reflejan pertenencia, cambios arquitectónicos, situaciones económicas, dinámicas epidemiológicas y modificaciones administrativas.
La primera etapa comenzó cuando en la entonces Secretaría de Asistencia Pública surgió la idea de contar con un centro médico en el Distrito Federal semejante a los que ya existían en otras partes del mundo, eran los años finales de la década de los treinta del siglo pasado. Poco tiempo después, empezó a materializarse el proyecto a través de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA) que, durante el sexenio gubernamental de 1940-1946 presidido por el general Manuel Ávila Camacho, pretendía sustituir con dicho centro al Hospital General. En el año de 1945 dicha Secretaría adquirió un terreno vecino al sur del referido hospital, además se expropiaron áreas arboladas y espacios verdes inmediatos que se encontraban ubicados en la Colonia Buenos Aires, sobre la calzada de la Piedad, hoy avenida Cuauhtémoc.1 En dichos espacios dio inicio la construcción de algunas obras, ya estaban edificados el Instituto Nacional de Cardiología y el Hospital Infantil, que pertenecían a la SSA, ambos establecimientos formarían parte del Centro Médico del D.F.; asimismo, se encontraba en el predio el Hospital de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP).
Para evitar inundaciones en épocas de lluvias se entubó el río de la Piedad, que estaba cercano a lo que se pretendía fuera el Centro Médico del D.F. Tuvieron que pasar poco más de cinco años, tiempo en el que las obras prácticamente se abandonaron, para que el proyecto se reanudara en 1952, durante el mandato del presidente Adolfo Ruiz Cortines, quien se apropió del mismo e hizo notar el abandono en que estaban las construcciones.2 El Hospital de la SCOP se demolió, pues ya era insuficiente e inadecuado funcionalmente para otorgar servicios a los trabajadores de dicha dependencia y a sus familiares.
Para finales de 1960 el Centro Médico del D. F. ya era parte del medio urbano, albergaba un total de 15 edificios de tipo geométrico, limitados por avenidas, espacios amplios y abiertos, además de jardines, terrazas y explanadas. Los inmuebles que entonces conformaban dicho centro eran los siguientes: Admisión, Lavandería, Enseñanza y Habitaciones, Hospital de Especialidades Médico-Quirúrgicas, Hospital de Enfermedades Nerviosas, Hospital de Neumología, Hospital de Emergencias, Hospital de Oncología, Hospital de Gineco-Obstetricia, Hospital de Enfermedades de la Nutrición, Edificio de Congresos y Convenciones, Oficinas Generales, Casa de Máquinas, Laboratorio de Medicamentos y Guardería. Los siete hospitales tenían poco más de 2000 camas. La superficie construida fue de 207 283 m2 y la superficie del terreno de 156 000 m2.2
En 1961 el Centro Médico del Distrito Federal fue adquirido por el IMSS y dio comienzo la segunda etapa; en aquel año la SSA tenía problemas financieros para sostener el Centro y el IMSS requería fortalecer su red de establecimientos médicos, por lo que se decidió llevar a cabo la venta al Instituto, a partir de entonces el centro se denominó Centro Médico Nacional. El costo del Centro para el IMSS fue de 602 millones de pesos, se cubrió a la SSA la cantidad de 407 millones de pesos en efectivo y en bienes, y se destinaron los 195 millones restantes a adecuar los inmuebles y a dotarlos del equipamiento requerido para cubrir las necesidades y características de la población derechohabiente del Instituto.
El 15 de mayo de 1961 se pusieron en funcionamiento nueve inmuebles, algunos conservaron su denominación, otros la cambiaron, los edificios que empezaron a otorgar servicios fueron: Auditorio, Edificio de Enseñanza y Habitaciones, Lavandería, Farmacia, Hospital de Oncología, Hospital de Gineco-Obstetricia, Hospital de Neumología-Cirugía de Tórax, Edificio de Congresos y Reuniones y el Edificio de Oficinas Generales.
Dos años después, el 15 de marzo de 1963, quedó inaugurado oficialmente todo el Centro Médico Nacional, en esa fecha abrieron sus puertas los hospitales General, de Pediatría, de Traumatología y Rehabilitación, así como el de Convalecencia. Para su inauguración se llevó a cabo una gran ceremonia con muchas personalidades invitadas: secretarios de Estado, políticos, médicos, enfermeras, profesores, miembros del cuerpo diplomático y estudiantes estuvieron presentes, en ese día el entonces presidente de México, el Lic. Adolfo López Mateos declaró:
Hoy 15 de marzo de 1963, año en el que cumple su vigésimo aniversario la promulgación de la Ley del Seguro Social, declaro solemnemente inaugurados los servicios del Centro Médico del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Este es un día memorable en la lucha de la Revolución Mexicana para llevar la salud y bienestar a los trabajadores del país. El Centro Médico Nacional es una de las grandes obras sociales cuya importancia no corresponde a un gobierno, sino al esfuerzo continuo, constante y sin tregua de México por la justicia social, conservemos siempre ese empeño para hacer del trabajo común una fuerza solidaria en beneficio de todos los mexicanos.3
Con sus edificios, instalaciones y capital humano, el Centro Médico Nacional sería la organización clínica más grande e importante de nuestro país y muy probablemente de toda América Latina; gracias al Centro Médico se revitalizó la atención médica nacional.
Transcurrieron 22 años en los que se realizaron diversas mejorías funcionales y arquitectónicas, así como replaneaciones. Hasta que el 19 de septiembre de 1985 la mayoría de las instalaciones del Centro Médico Nacional fueron afectadas por un terrible sismo, que hizo que se dejaran de prestar casi la totalidad de sus servicios. Esta situación motivó una rápida reacción institucional acorde a las circunstancias, poco más de 1880 pacientes que se encontraban en el Centro Médico fueron trasladados a otros hospitales del IMSS.4
Antes de la catástrofe, el Centro se componía de los siguientes edificios: Hospital de Gineco-Obstetricia Número 2, Hospital General, Hospital de Oftalmología, Hospital General para la Comisión Federal de Electricidad, Hospital de Pediatría, Hospital de Traumatología y Ortopedia, Hospital de Cardiología y Neumología, Hospital de Oncología, Hospital de Convalecencia, Banco Central de Sangre, Farmacia, Unidad Central de Anatomía Patológica, Unidad de Congresos, Unidad de Investigaciones Médicas, Unidad de Habitaciones-Escuela de Enfermería, Central de Ambulancias, Mantenimiento, Lavandería y Oficinas Generales. La existencia de los diversos establecimientos hospitalarios significó que no había rama importante de la medicina que no estuviera presente en el Centro Médico Nacional. A continuación se presenta una breve reseña de algunos de los citados edificios.
En el Hospital de Gineco-Obstetricia Número 2 había 270 camas, 300 cunas y 70 incubadoras. El primer director del hospital fue el Dr. Benjamín Eguiluz López, quien dedicó 20 años de su vida al IMSS, gracias a sus esfuerzos en el inmueble se integraron diversas facetas de la ginecología y la obstetricia. En la década de los años setenta del siglo pasado se redujo el tiempo de hospitalización de las pacientes parturientas normales a 3 días, hecho que no quedó exento de críticas, en la década siguiente se puso en operación el Programa de Salud Reproductiva del IMSS. El sismo inutilizó el inmueble casi en su totalidad, por lo que tuvo que ser demolido, al momento del siniestro era su director el Dr. Alberto Alvarado Durán, quien gracias a su dedicación y visión logró importantes desarrollos en neonatología, medicina materno-infantil, bloqueo peridural en obstetricia, fertilización in vitro, así como en la transferencia de embriones.
El Hospital General era un gran edificio de 10 pisos que contaba con 400 camas. El Dr. Manuel Quijano Narezo fue el primer director del establecimiento, durante su gestión se favoreció el crecimiento profesional y académico del personal, así como el desarrollo de la investigación. Hasta 1970 disponía de un servicio de psiquiatría, año en que se consideró que dicha especialidad no correspondía a un hospital general; tuvo un excelente departamento para la atención de urgencias médicas y quirúrgicas, organizado por el Dr. Fernando González Montesinos y la Dra. Adalia Lee. El hospital tenía ocho auditorios que aún se conservan, sobre el exterior de los mismos hay relieves de piedra en diversos colores, que recuerdan la historia de la medicina mundial. En octubre de 1980 le fue agregado un edificio de dos pisos, dedicado a servicios quirúrgicos. Gran parte de la construcción de este hospital resistió el sismo.
El Hospital de Oftalmología y el Hospital para la Comisión Federal de Electricidad fueron el resultado de la transformación que sufrieron los inmuebles que habían pertenecido al Instituto Nacional de Cardiología, mismos que fueron adquiridos por el IMSS. Dichos edificios resistieron el sismo, pero las necesidades médicas hicieron que en 1986 se convirtieran, después de sus respectivas remodelaciones, en parte del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional.
El Hospital de Pediatría atendía a niños desde su nacimiento hasta los 16 años de edad, su estructura física original fue reacondicionada ya que este hospital había sido planeado originalmente por la SSA para ser Hospital de Enfermedades la Nutrición. El Hospital de Pediatría constaba de 12 plantas, tenía capacidad para encamar a 465 niños y disponía de 15 gabinetes para consulta externa. Sus primeros directivos fueron los doctores Federico Gómez Santos, Oscar Criollos y Silvestre Frenk. En la década de 1961-1970 el nosocomio inició una campaña contra las infecciones intrahospitalarias, siendo uno de los establecimientos pioneros en el país para el control de dichas problemáticas. Hacia 1975 se estructuró un servicio para atender a niños intoxicados, uno de los frutos del mismo fue la conformación de servicios semejantes en otros organismos médicos. En 1981 dio inicio un programa de hidratación oral en el servicio de urgencias que tuvo gran éxito, lo que motivo su implantación en otras unidades médicas del Instituto, logrando así disminuir el número de egresos hospitalarios por deshidratación. El sismo dañó muy severamente al inmueble, por lo que tuvo que ser demolido.
El Hospital de Traumatología y Ortopedia tenía 198 camas, proporcionaba servicios médico-quirúrgicos a personas con problemas traumáticos, y se encargaba de atender a pacientes en caso de secuelas; contaba con servicios de rehabilitación para personas mayores de 16 años y un departamento para atender a derechohabientes quemados de todas la edades. El Dr. J.A. Ugalde fue su primer director. El inmueble quedó muy dañado por el sismo.
El Hospital de Cardiología y Neumología fue dirigido inicialmente por el Dr. Carlos Noble, en 1970 se le llamó Hospital de Neumología y Cirugía de Tórax, y posteriormente se le conoció con el nombre de Hospital de Enfermedades del Tórax, poco después se le hicieron modificaciones físicas y pasó a denominarse Hospital de Cardiología y Neumología.
Las designaciones expresaban cambios en la orientación médica del establecimiento y se encontraban relacionadas con la epidemiología predominante, así como con los recursos humanos y físicos existentes. El centro contaba con 176 camas, tenía habitaciones para aislamiento individual, servicio de terapia intensiva así como una unidad de coronarias. Las instalaciones de consulta externa permitían atender a cerca de 200 enfermos por día. El hospital contó durante algún tiempo con dos programas especiales: uno para la detección de fiebre reumática y otro para realizar el censo torácico; la finalidad del primero era erradicar la infección estreptocócica, mientras que con el segundo se pretendía descubrir patologías torácicas. La mayoría de los recursos inmobiliarios del hospital fueron afectados por el sismo, solo se salvaron algunas áreas de diagnóstico y los quirófanos.
En el Hospital de Oncología se contaba con 186 camas; en su organización inicial participó el Dr. Rafael Martínez González, quien sería su primer director. En la consulta externa se podían atender a más de 200 pacientes por día, sus servicios de terapia intensiva fueron un área para el personal más recio, ya que válvulas, tubos, sondas y alambres parecían invadir a los enfermos por todas partes. En los años setenta del siglo pasado, en el laboratorio de análisis clínicos se implantó la auditoría técnica y administrativa, la cual se aplicaría posteriormente a otros hospitales.5 El sismo no dañó las áreas de radioterapia. El Dr. Anselmo Vásquez y Curiel, quien fuera uno de sus directores sacó provecho del difícil momento para promover la mejoría de la calidad de todos los todos los servicios del hospital.
En el Hospital de Convalecencia se internaba a los enfermos egresados de otros hospitales del Centro Médico Nacional que ameritaban cuidados mínimos, sus bases eran las medidas dietéticas, recreativas y el ejercicio físico. El funcionamiento del Hospital de Convalecencia facilitó la recuperación de los enfermos y permitió un mejor aprovechamiento de las camas de otros hospitales del Centro Médico Nacional.6 Lamentablemente, el edificio se vio severamente afectado por el sismo.
El Banco Central de Sangre operó a nivel nacional. En el mismo, el personal que ahí laboraba se encargaba de obtener, clasificar y conservar sangre humana de forma total o en fracciones, se seleccionaban donadores y se estudiaban a los receptores para prevenir reacciones indeseables. Desde el ángulo de la enseñanza difundió conocimientos técnicos y científicos para la correcta aplicación y aprovechamiento óptimo de la sangre. Algunas áreas del edificio no fueron dañadas por el sismo.
La farmacia del Centro Médico Nacional fue, en su momento, la más grande del IMSS, contaba con todos los medicamentos del cuadro básico. Se encontraba ubicada en un área de fácil acceso al público, sobre la avenida Cuauhtémoc; además de servir a los hospitales del Centro Médico Nacional, atendía a derechohabientes de cualquier otro hospital o clínica del IMSS. La farmacia prestaba servicio todos los días, las 24 horas del día. El movimiento, despacho y consumo de medicamentos era registrado por medio de máquinas electrónicas, lo que facilitaba mantener una existencia adecuada y elaborar datos estadísticos con propósitos de control. Los estudios ingenieriles determinaron su destrucción.
En la Unidad Central de Anatomía Patológica se practicaban estudios de órganos, piezas y tejidos provenientes de los hospitales del Centro Médico Nacional; contenía laboratorios, salas de necropsias, central de equipos y esterilización, refrigeradores, laboratorios y aulas para sesiones académicas y docencia. El movimiento telúrico acabó con casi todas las instalaciones de la Unidad.
La Unidad de Congresos estaba compuesta por dos edificios, el A y el B, en los cuales se llevaban a cabo reuniones de ídole científico, cultural y social. El edificio A estaba compuesto por un gran auditorio que permitía albergar hasta a 900 personas, y contaba, además, con cinco salas menores, esta área de la unidad prácticamente no sufrió daños por el sismo. Por otra parte, el edificio B se identificaba con tres auditorios, admás contaba con biblioteca, oficinas y salas para reuniones, ahí se alojaba a la Academia Nacional de Medicina y a la Academia Mexicana de Cirugía. A diferencia del edificio A, esta unidad sí fue afectada por el temblor.
La Unidad de Investigaciones Médicas se encontraba en un edificio de tres pisos en el que había laboratorios. Muchos de sus paneles eran desplazables para contar con áreas adecuadas para satisfacer necesidades específicas. Existían secciones para alojar animales para experimentación. El edificio fue muy dañado por el fenómeno sísmico.
La Unidad de Habitaciones-Escuela de Enfermería tenía capacidad para alojar a 250 médicos en formación, internos, residentes y visitantes, algunos de estos últimos, de origen extranjero; en la misma se encontraba la Escuela de Enfermería, organismo docente que se ocupó de preparar y formar personal de enfermería de diversos niveles para todo el sistema médico IMSS. La unidad sufrió muchos daños, finalmente desapareció.
La lavandería tenía una capacidad para procesar hasta 10 000 kilos de ropa por día, tarea que se podía realizar en ocho horas, la ropa procedía de diversas unidades médicas del IMSS y no solo del Centro Médico Nacional. El equipo pudo salvarse.
Las Oficinas Generales fueron el asiento de la Subdirección General de Medicina del IMSS y de sus diferentes dependencias, representó la capital administrativa, técnica y docente de los servicios médicos institucionales. El sismo inutilizó el edificio.
En la década de 1971-1980 se hicieron presentes en varios de los hospitales del Centro Médico Nacional recursos que en su momento se consideraron de la más avanzada tecnología referentes a: medicina nuclear, ecografía, diálisis, tomografía axial computada y otros más.
El Centro Médico Nacional funcionó 22 años, atendió a cientos de miles de pacientes, el terremoto provocó que se cimbrara el orgullo de la medicina mexicana. El Centro Médico Nacional significó un sitio de posibilidades médicas, no solo a favor de la salud, sino también para formar recursos humanos, investigar, ofrecer y compartir servicios, así como para proporcionar y generar empleos. En sus avenidas, las figuras de estudiantes, médicos internos y residentes, jóvenes enfermeras y camilleros eran imprescindibles, se manifestaban todas las horas del día y de la noche.
En diciembre de 1985, los edificios del Hospital de Gineco-Obstetricia, Hospital de Oncología, Hospital General, Hospital de Pediatría, Hospital de Cardiología y Neumología, Hospital de Traumatología y Ortopedia y Oficinas Generales, se desmoronaron bajo la acción de cientos de kilogramos de explosivos plásticos.
Bastaron apenas segundos para terminar con las construcciones, incluso algunas parecían que no querían ceder, recordando su pasado, pero finalmente se destrozaron, otros inmuebles después desaparecerían. Cayeron así, poco más de dos décadas de lucha denodada, de esfuerzos por buscar la salud de los mexicanos.
A pesar del sismo, unas cuantas áreas siguieron funcionando. Al finalizar 1989 algunos edificios que habían sido reconstruidos y nuevas instalaciones reiniciaron sus actividades, aún eran días de decadencia física, a pesar de la riqueza laboral e intelectual con las que se contaba. Fue entonces cuando a la denominación de Centro Médico Nacional se le agregó la de Siglo XXI, y principió la tercera etapa; tres años después ante representantes de sociedades médicas y científicas, funcionarios públicos, líderes sindicales y derechohabientes, el presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, lo inauguró el 27 de abril de 1992.7 El número de hospitales se redujo de nueve a cuatro, a consecuencia de estudios demográficos y epidemiológicos. Los hospitales del Centro Médico Nacional Siglo XXI serían los siguientes: Pediatría, Cardiología, Oncología y Especialidades Médicas, con 846 camas en total y el Banco Central de Sangre, la superficie construida fue de más de 222 mil metros cuadrados, en dichos edificios se unió la tradición con la vanguardia.
A continuación se presenta un esquema de los hospitales hacia 1992, en los días de su inauguración.
El Hospital de Cardiología tenía 186 camas y atendía a más de tres mil consultas por mes. Una muestra de sus adelantos fue la sala de cateterismo cardiaco biplanar para realizar diagnósticos hemodinámicos y angiográficos.
El hospital de Oncología disponía de 250 camas, 41 consultorios, bombas de cobalto, aceleradores lineales, quirófanos y un área de trasplantes de médula ósea.
El Hospital de Pediatría cubría 40 especialidades médico-quirúrgicas, contaba con 200 camas.
En el Hospital de Especialidades había 210 camas y 49 consultorios, se cubrían 52 especialidades médicas.
El Banco Central de Sangre recibía a más 5 mil 500 donadores cada mes, atendía los requerimientos de unidades de atención médica de toda la región del sur del Valle de México, además la de los estados de Guerrero, Querétaro, Chiapas y Morelos.
En el Centro Médico Nacional Siglo XXI desde entonces, además de los hospitales, se encuentran edificaciones que alojan la Dirección Regional Siglo XXI, la Unidad de Congresos, el Centro Nacional de Investigación Documental en Salud “Ignacio García Téllez”, el cual lleva ese nombre en honor del segundo director del IMSS, donde se conserva el acervo histórico del Instituto. Además de dichos inmuebles existen: la Coordinación de Enseñanza e Investigación y Políticas de Salud, una sala de exposiciones, el edificio para la Academia Mexicana de Cirugía y la Academia Nacional de Medicina, la farmacia, una estación del metro, servicios bancarios y un restaurante. De 1988 a 1993 en el Centro Médico Nacional ocurrió una historia diferente a la médica, el edificio A de la Unidad de Congresos sirvió como sede de la Cámara de Diputados, actualmente aloja en una de sus áreas al herbario más grande de plantas medicinales de América.
La cuarta etapa se inició en 2004, los cuatro hospitales del Centro Médico Nacional se calificaron como Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE), al determinarse que fungieran como órganos desconcentrados con autonomía de gestión, técnica, administrativa y presupuestaría,8 considerando que otorgan servicios médicos especializados, que sus actividades educativas son de excelencia y la investigación en salud se encuentra a la vanguardia. Cada unidad está clasificada como “Hospital Seguro”, sus cimientos tienen cerca de 14 metros de profundidad.
El Hospital de Pediatría, en enero de 2013, recibió el nombre de doctor Silvestre Félix Frenk Freund, en honor de quién fuera su director, distinguido profesor y ejemplar maestro.9
En el Hospital de Cardiología, en el año 2001, se realizó el primer implante de titanio en un corazón, seis años después, en noviembre de 2007 la Unidad de Investigación Biomolecular “Rubén Agüero Sánchez” fue inaugurada, lleva el nombre de quien fue director del hospital; a partir de 2012 la cirugía cardiaca de mínima invasión es rutinaria.
El Hospital de Especialidades lleva el nombre de “Dr. Bernardo Sepúlveda” recordando a afamado gastroenterólogo institucional. En septiembre de 2007 su laboratorio de análisis clínico se renovó, se dispuso de un sistema de información para el control de muestras y de pacientes, mejorando su productividad y eficiencia, lo que ha permitido disminuir el contacto de las muestras con el personal, otorgándose bioseguridad a químicos, laboratoristas y personal auxiliar. En 2008, médicos del Hospital de Especialidades empezaron un protocolo, colocaron un marcapasos cerebral a una mujer, quien volvió a caminar después de haber sido intervenida por un grupo multidisciplinario, la paciente de 52 años fue dada de alta, se atendió de mal de Parkinson.
El Hospital de Oncología, a partir de 2013, cuenta con aceleradores lineales de última generación y un cyberknife, para mejorar las acciones terapéuticas.
El Centro Médico Nacional Siglo XXI colinda por el norte con el Hospital General “Dr. Eduardo Liceaga” y el Hospital Infantil de México “Dr. Federico Gómez”, ambos de la SSA; por otra parte, limita al poniente con la avenida Cuauhtémoc, al sur por el eje Ignacio Morones Prieto, antes avenida Baja California, y al oriente con la calle Doctor Jiménez.
La imagen del Centro Médico Nacional está ligada a su colección permanente de arte, la cual tiene un gran peso simbólico, además de los relieves de piedra de los auditorios del Hospital de Especialidades, hay murales, vitrales, bajorrelieves, fundiciones en aluminio y estatuas, los cuales han sido realizados por connotados artistas, que conjuntan una multiplicidad de significados; muchas de estas obras dan cuenta de aspectos históricos de la medicina mundial y la mexicana.
Hoy, el Centro Médico Nacional Siglo XXI es una referencia insustituible en la medicina mexicana. Sus más de 50 años de fructífera actividad son testimonio de que ha cumplido y está cumpliendo con la función original para la que fue creado: atender a cientos de miles de derechohabientes.
Estas líneas esquemáticas han sido escritas por quien conoció y conoce desde 1954 a la fecha el Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, por quien intervino en su planeación inicial, trabajó en el mismo, estuvo en el sismo de 1985 y participó en su recreación.
Declaración de conflicto de interés: los autores han completado y enviado la forma traducida al español de la declaración de conflictos potenciales de interés del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, y no fue reportado alguno que tuviera relación con este artículo.