La transición epidemiológica dirige las defunciones hacia las enfermedades crónicas y los grupos de mayor edad. De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, tres de cada 10 defunciones que ocurren en México corresponden a derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La tasa de mortalidad en los hombres creció de 330.1 por 100 mil en 1990, a 485.4 por 100 mil en 2005. En las mujeres aumentó de 249.9 por 100 mil a 405.5 en el mismo periodo. La distribución de la mortalidad por áreas mostró un predominio en la región norte. Las defunciones tuvieron un patrón diferenciado entre los sexos y los grupos de edad de la población derechohabiente del Instituto. Los menores de 20 años contribuyeron cada vez menos a la mortalidad general. El IMSS presenta un patrón de mortalidad diferente al del resto de la población: predomina el grupo de adultos mayores de 60 a 79 años, de uno y otro sexos.