Hace poco de más de 50 años, la prueba de la neostigmina fue utilizada por primera vez con resultados satisfactorios como ayuda diagnóstica en niños menores de seis semanas de edad con estenosis congénita hipertrófica del píloro, estableciéndose con ello un protocolo en el diagnóstico de esta entidad clínica. La prueba de la neostigmina se realiza con la aplicación intramuscular o por fleboclisis de 0.5 mL de metilsulfato de neostigmina a una dilución de 1:2000. Se considera positiva cuando en el transcurso de los siguientes 20 minutos se reproduce la sintomatología clínica caracterizada por peristaltismo gástrico visible y oliva pilórica palpable a través de la pared abdominal, y en ocasiones intento de vomitar.
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