Cómo citar este artículo: Valenzuela-Flores AA, Solórzano-Santos F, Valenzuela-Flores AG, Durán-Arenas LG, Ponce de León-Rosales S, Oropeza-Martínez MP, Gómez-García JA, Moreno-Ruiz LA, Martínez-Vargas R, Hernández-Amezcua L, Escobar-Rodríguez D, Martínez-Flores E, Viniegra-Osorio A, Oest-Dávila CW, Soria-Guerra M. Recomendaciones de la guía de práctica clínica de hipertensión arterial en el primer nivel de atención. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2016;54(2):249-60.
GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA
Recibido: 27/10/2015
Aceptado: 15/02/2016
Adriana Abigail Valenzuela-Flores,a Fortino Solórzano-Santos,b Alma Gabriela Valenzuela-Flores,c Luis G. Durán-Arenas,d Samuel Ponce de León-Rosales,e M. Patricia Oropeza-Martínez,f Jesús Alejandro Gómez-García,g Luis A. Moreno-Ruiz,h Romel Martínez-Vargas,i Lucía Hernández-Amezcua,j David Escobar-Rodríguez,k Enrique Martínez-Flores,h Arturo Viniegra-Osorio,a Cecilio Walterio Oest-Dávila,l Mariana Soria-Guerram
aCoordinación Técnica de Excelencia Clínica; bHospital de Pediatría, Centro Médico Nacional Siglo XXI; cHospital de Oncología, Centro Médico Nacional Siglo XXI; dCentro de Estudios Mexicanos en el Reino Unido, Londres, Inglaterra; eDivisión de Investigación, Facultad de Medicina; fServicio de Medicina Interna, Hospital General de Zona 8; gServicio de Medicina Interna, Hospital de Cardiología 34, Monterrey, Nuevo León, México; hHospital de Cardiología, Centro Médico Nacional Siglo XXI; iUnidad de Medicina Familiar 38; jHospital General de Zona 27; kCoordinación de Áreas Médicas; lJefatura de Servicios de Prestaciones Médicas, Sinaloa, México; mUnidad de Medicina Familiar 15
a-c,f-lInstituto Mexicano del Seguro Social
d,eUniversidad Nacional Autónoma de México
a-c,e,f,h-j,mCiudad de México, México
Comunicación con: Adriana Abigail Valenzuela Flores
Teléfono: (55) 5553 3589
Correo electrónico: abigail.val@gmail.com
Introducción: la hipertensión arterial (HA) ocupa el primer lugar de atención en unidades médicas de primer nivel. La mitad de los pacientes con HA no están controlados. El objetivo de este documento es proporcionar las recomendaciones de la guía de diagnóstico y tratamiento de HA en el primer nivel de atención que han sido consideradas clave para el proceso de atención, con el fin de ayudar a los profesionales de la salud, en la toma de decisiones clínicas.
Métodos: la guía se integró con recomendaciones de guías internacionales y evidencias de estudios publicados que señalaron los cambios ocurridos en el abordaje y tratamiento de la HA, así como las diferencias entre los grupos poblacionales blanco de la guía. La búsqueda de información se realizó por medio de una secuencia estandarizada en Pubmed y Cochrane Library Plus. Las recomendaciones clave se eligieron por consenso de un grupo de profesionales y gestores de la salud.
Conclusiones: las recomendaciones clave, basadas en evidencias, ayudarán a tomar decisiones estandarizadas sobre prevención, diagnóstico y tratamiento en pacientes con HA, y coadyuvarán a disminuir el riesgo cardiovascular, impulsar cambios en el estilo de vida, controlar la enfermedad y reducir las complicaciones.
Palabras clave: Guía de práctica clínica; Hipertensión; Presión sanguínea; Diagnóstico; Estilos de vida
Background: Hypertension ranks first medical care in first level units. It is estimated that half of the patients with hypertension are uncontrolled. The purpose of this document is to provide recommendations to guide diagnosis and treatment of arterial hypertension in primary care, which have been considered key to the process of care, in order to help health professionals in the clinical decision-making.
Methods: The guide is integrated with recommendations of international guidelines and evidence of published studies indicated the changes regarding the management and treatment of hypertension, as well as differences between the target populations of the guide. Searching for information it is performed by means of a standardized sequence in PubMed and Cochrane Library Plus, from the questions asked. The key recommendations were chosen by a consensus of a group of professionals and health managers.
Conclusions: The key recommendations evidence-based standardized help you make decisions about prevention, diagnosis and treatment in patients with hypertension, and will contribute to reducing cardiovascular risk, promote changes in lifestyle, control the disease and reduce complications.
Keywords: Practice guideline; Hypertension; Blood pressure; Diagnosis; Life style
La hipertensión arterial ha sido el principal motivo de consulta externa en las unidades de medicina familiar.1 De acuerdo con información estadística del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la tasa de morbimortalidad en personas de 20 a 25 años varía entre 707.35 y 1162.212 en 2001 y 2012, respectivamente. La prevalencia actual de hipertensión arterial en nuestro país es de 31.5 % (IC 95 %: 29.8-33.1), y es mayor en grupos de pacientes con otras enferedades, como obesidad o diabetes mellitus. El 47.3 % de los casos desconocen que padecen hipertensión arterial al momento de establecerse el diagnóstico; de estos, sólo 73 % reciben tratamiento farmacológico, y menos de la mitad tiene la enfermedad bajo control.3
La hipertensión arterial se considera predictor de morbilidad y mortalidad para enfermedades vasculares, entre las que destacan enfermedad cerebrovascular, infarto del miocardio, enfermedad arterial periférica e insuficiencia renal. Es deseable, desde el inicio de la enfermedad, instrumentar medidas no farmacológicas que coadyuven al tratamiento de la hipertensión. Pese a ello, en la mayoría de pacientes no existe un control adecuado de las cifras tensionales, con el consecuente incremento en el riesgo de daño a órganos blanco, discapacidad y gastos de bolsillo, así como las erogaciones de las intervenciones del Sistema de Salud que resultan por la elevada demanda de atención.
Debido a esto, y a la variabilidad de la práctica médica, es necesario disponer de una Guía de Práctica Clínica (GPC) que ayude a orientar al personal de salud en la toma de decisiones clínicas, para así contribuir a la mejora en la calidad de la atención del paciente con hipertensión arterial.
Organizaciones como NICE5 (National Institute for Health Care Excellence, por sus siglas en inglés) han propuesto priorizar un subconjunto del total de las recomendaciones de las GPC que sean clave para el proceso de atención y que puedan coadyuvar de una forma específica en la estandarización de prácticas clínicas.
Este documento presenta las recomendaciones clave que fueron extraídas de la GPC de diagnóstico y tratamiento de hipertensión arterial en el primer nivel de atención,4 y cuyos objetivos son: identificar de forma oportuna los factores de riesgo cardiovascular, proporcionar el tratamiento y seguimiento acorde a las condiciones de la persona, así como señalar los criterios de referencia. La población blanco son personas mayores de 18 años.
Las recomendaciones están dirigidas al médico general, familiar, internista, geriatra, cardiólogo, personal de enfermería, nutrición y terapia física y de rehabilitación.
En la actualización de la guía de hipertensión arterial se adoptaron y adaptaron recomendaciones de guías internacionales, así como evidencias de estudios publicados que señalaron los cambios ocurridos respecto al abordaje y tratamiento de la hipertensión arterial, así como las diferencias entre los grupos poblacionales tratados en la guía. La búsqueda de estas guías fue realizada por medio de una secuencia estandarizada. Las evidencias y recomendaciones fueron integradas con base en la metodología descrita anteriormente.6 Las preguntas clínicas se organizaron en torno a la prevención, diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial, así como vigilancia clínica.
En este documento, se resumen las recomendaciones de la guía identificadas como clave y consideradas de prioridad para implantarse en el proceso de atención. Las recomendaciones clave se eligieron a través del consenso de un grupo de profesionales y gestores de la salud implicados en el cuidado de pacientes con hipertensión arterial. Los criterios de selección que se utilizaron fueron: relevancia clínica y aplicabilidad de las intervenciones recomendadas, así como su contribución potencial en los resultados de la salud y la organización. El grado de estas recomendaciones (R-grado) corresponde al puntaje asignado con la clasificación de Shekelle modificada,7 y a las escalas de las guías de referencia.
Estas recomendaciones (clave) se fortalecieron y complementaron con otras evidencias publicadas, incluso después de la emisión de la guía. Se hicieron búsquedas en Pubmed y Cochrane Library Plus, utilizando los términos (Mesh) y palabras clave: hypertension, diagnosis, therapy, adverse effects, classification, diet, therapy, radiography, therapeutic use y drug effects.
A continuación se detallan las recomendaciones clave, el numeral que las precede corresponde al orden asignado en el flujograma (figura 1).
Figura 1 Flujograma. Diagnóstico y tratamiento de hipertensión arterial en el primer nivel de atención
Existe evidencia de que múltiples factores influyen en el desarrollo de la hipertensión arterial.8-10 Las recomendaciones deben estar orientadas a: mantener un índice de masa corporal menor a 25 (R-I),10 realizar de forma periódica actividad física moderada y terapia de relajación (R-B),11 y llevar un plan alimenticio adecuado (R-I),10 (R-B)11 que incluya alto consumo de frutas y vegetales, bajo consumo de grasas saturadas y sal, así como la suspensión del tabaquismo, alcoholismo (R-I)10 y drogas.
Una vez establecido el diagnóstico clínico, es necesario definir parámetros objetivos para determinar si existe daño a órganos blanco, los cuales son:
En unidades médicas donde se cuenten con los recursos y personal calificado para la realización e interpretación de electrocardiograma, se sugiere la realización de un estudio basal (R-IIb)10 con 12 derivaciones (R-C),11 con el propósito de detectar hipertrofia ventricular y bloqueo auricular. Es deseable la realización e interpretación del monitoreo de Holter (R-IIb) de las cifras tensionales,10 en las siguientes condiciones:14,15 discordancia de la presión arterial registrada en casa y el consultorio, descartar hipertensión por “bata blanca”, sospecha de hipertensión nocturna por daño renal o apnea del sueño, y sospecha de hipotensión autonómica.
Estudios como ecocardiograma, (R-D)11 y ultrasonografía (vascular, carotideo y arterial periférico) son complementarios; sin embargo, su realización se determina con base en los datos clínicos y condiciones del paciente.
El objetivo del tratamiento es controlar y mantener la presión arterial en la meta recomendada, así como reducir el riesgo por eventos vasculares y la muerte de la población con hipertensión arterial.17
Tratamiento farmacológico
Diversos regímenes terapéuticos pueden utilizarse para alcanzar y mantener la meta recomendada. Sin embargo, la calidad de la evidencia es limitada para analizar los desenlaces (eventos cardiovasculares, cerebrovasculares, renales y muerte) sobre estos regímenes.18
El tratamiento de inicio en pacientes con hipertensión arterial se establece con los siguientes fármacos conocidos como de primera línea (R-I),10 (R-A, B):11
5. La elección farmacológica se recomienda con base en las condiciones de cada persona y las combinaciones posibles con los fármacos de primera línea.16,17,19 Los tratamientos se agruparon para dos tipos de población: la que no tiene condiciones especiales, y otra con condiciones especiales (figura 2, cuadro I):
Figura 2 Tratamiento farmacológico en pacientes con hipertensión arterial
Cuadro I Tratamiento farmacológico para pacientes con hipertensión arterial | |||
Sin condiciones especiales |
Condición |
Meta recomendada (control) |
Terapia recomendada |
Hipertensión arterial diastólica con o sin hipertensión sistólica > 140/90 mmHg | < 140/90 mmHg |
Diuréticos tiazídicos,* IECA o ARA II, CaA, Beta-B |
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Hipertensión arterial sistólica aislada | Diuréticos tiazídicos,* ARA II, CaA | ||
Con condiciones especiales |
Persona adulta mayor con sistólica aislada (en ausencia de insuficiencia cardíaca) |
> 80 años < 150 mmHg |
Diuréticos CaA |
Diabetes mellitus con micro albuminuria, enfermedad renal, cardiovascular y otros factores de riesgo | < 130/80 mmHg |
IECA o ARA II |
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Diabetes mellitus no incluida en la categoría anterior |
IECA o ARA II CaA Diuréticos tiazídicos* |
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Síndrome metabólico | < 140/90 mmHg |
IECA o ARA II, CaA |
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Coronariopatía |
< 140/90 mmHg | IECA o ARA II | |
Angina estable | Beta-B | ||
Infarto del miocardio reciente | Beta-B, IECA (ARA II en caso de intolerancia a IECA) | ||
Insuficiencia cardíaca | Diuréticos (de asa o ahorrador de potasio), Beta-B, IECA (ARA II en caso de intolerancia a IECA) | ||
Hipertrofia ventricular izquierda |
IECA o ARA II CaA Diuréticos tiazídicos* |
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Insuficiencia renal | < 130/80 mmHg | IECA o ARA II | |
Nefropatía no diabética con proteinuria | < 140/90 mmHg |
IECA o ARA II, Diuréticos |
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Beta-B = Beta-bloqueadores; IECA = Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina; ARA II = Antagonistas de los receptores de angiotensina II; CaA = Calcio-antagonista *Diuréticos tiazídicos/tipo tiazídicos |
Población sin condiciones especiales
Se recomienda utilizar fármacos de primera línea con prescripción razonada, a dosis bajas e incrementar gradualmente, dependiendo de la respuesta y tolerancia de la persona, la presencia de reacciones adversas a los medicamentos y el control adecuado de la presión arterial (R-C).12 Antes de agregar un segundo o tercer fármaco en el régimen elegido, se sugiere administrar las dosis máximas de los fármacos prescritos que sean toleradas por la persona (R-C).15 Cuando las cifras de presión arterial continúan por arriba de la meta de control para la presión arterial sistólica (PAS) ≥ 20 mmHg y para la presión arterial diastólica (PAD) ≥ 10 mmHg, se requiere la combinación de fármacos como:12,16 diuréticos tiazídicos/tipo tiazídicos, del sistema renina angiotensina (IECA o ARA II) y Ca-A (R-III),10 (R-B).11 La combinación de dos diferentes fármacos del sistema renina-angiotensina15 no es recomendada (R-III),10 (R-A),11 a menos que exista una indicación absoluta.
En hipertensión sistólica aislada no controlada,15,16 se sugiere combinar dos fármacos de primera línea (R-A)11 o bien, utilizar alfa-bloqueadores, IECA o Ca-A (R-D)11 si la persona presenta reacciones adversas. En el caso de pobre tolerancia, contraindicaciones a ahorradores de potasio, o falta de eficacia terapéutica considérese la utilización de beta-B (R-C).10
En pacientes que presenten un adecuado control de la presión arterial (< 140/90 mmHg) con un régimen que incluya un Beta-B15,16 que se ha utilizado por largo tiempo; no representa una indicación absoluta para remplazarse, (R-IIa)10 cuando tengan menos de 60 años (R-B).11 Existe evidencia de que a mayor edad, el Beta-B condiciona enfermedad cerebrovascular en 16 % de las personas que lo reciben.17
Población con condiciones especiales
Tratamiento no farmacológico
El estudio CARDIOTENS realizado en España22 reveló que la falta de control de la PA se asocia a factores relacionados con el estilo de vida y la alimentación, específicamente, la obesidad y el tabaquismo, siendo este control la piedra angular del tratamiento de la hipertensión arterial.16 Se recomienda incluir en la dieta,23,24 un consumo de sal no mayor a 5 g (R-I),10 disminuyendo progresivamente hasta 3 g al día,16 lo que proporciona efectos benéficos a largo plazo (R-B).11 Con esta medida, la presión arterial se reduce, en promedio, 5.8 mmHg.24 De ahí, que la implementación de políticas de salud que incluyan la participación y responsabilidad social de la industria alimentaria12 puede favorecer la disminución del consumo de sal en la dieta de la población, debido a que 80 % del consumo total de sal al día se encuentra en productos industrializados.10 El personal de salud debe proporcionar consejos para disminuir el consumo de sal y sodio8,16 Asimismo, debe aconsejar al paciente reducir o mantener el peso corporal25 en un índice de masa corporal de 25 Kg/m2 o menos (R-I),10 (R-C)11. En pacientes con hipertensión arterial se recomienda consumo de pescado por lo menos 2 veces por semana, consumo de frutas y vegetales de 300 a 400 gr al día y adoptar un plan alimenticio conocido como DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension, por sus siglas en inglés)8,16 que reduce la presión arterial de 8 a 14 mmHg,13,26 este régimen incluye alto consumo de frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa, fibra dietética y soluble, granos enteros y proteínas de origen vegetal (R-I),11 así como un bajo contenido grasas saturadas y colesterol, con alto contenido de magnesio, potasio y calcio (R-B).11
Otras recomendaciones que contribuyen a modificar los estilos de vida consisten en: limitar el consumo de alcohol (R-I)10 a 2 copas o menos al día; sin exceder por semana 14 y 9 bebidas estándar en hombres y mujeres, respectivamente (R-B).11 Así como promover la suspensión del hábito tabáquico (R-I)10 y acudir a grupos de apoyo. En cuanto al consumo de bebidas con cafeína, no hay evidencia científica suficiente sobre su asociación con la elevación de las cifras tensionales.27
Son cinco acciones básicas que ayudan a cambiar el estilo de vida y que contribuyen a reducir y mantener la presión arterial en la meta recomendada, así como disminuir el RCV.10,23
El control de las factores asociados a hipertensión arterial8,23,25,27 constituye parte fundamental para una adecuada atención integral, tales como el sobrepeso y la obesidad, dietas con alto contenido de sodio y grasas saturadas, y falta de actividad física.
La vigilancia se propone en:10La periodicidad de las determinaciones de las pruebas se establece con base en las condiciones y comorbilidades del paciente; se sugiere realizar los estudios al menos una vez al año para detectar de forma oportuna DOB.
Existen diversas situaciones en las que se recomienda referir al paciente con hipertensión arterial a segundo o tercer nivel (R-C),11 entre las cuales se mencionan:
La gran variabilidad en la atención y el aumento de la población con hipertensión arterial en nuestro país, hace necesaria la guía de hipertensión arterial con el propósito de homologar el proceso de atención entre las unidades del primer nivel, así como la referencia a los centros hospitalarios.
Asimismo, es importante adoptar las recomendaciones clave de esta guía que son prioritarias de implementarse acorde con las necesidades, el contexto y la estructura organizacional; así como la importancia de definir los instrumentos de apoyo para impulsar el uso de estas recomendaciones y reducir las complicaciones de la enfermedad.
A las autoridades y personal de la personal de salud del IMSS por su valioso apoyo y contribución en la actualización de la guía e integración de este documento. Asimismo, al diseñador David Escobar Rodríguez por el diseño de los modelos 3D. Las aportaciones presentadas en este trabajo son parte del proyecto de SALUD-2012-1-181352 de CONACYT.
Declaración de conflicto de interés: los autores han completado y enviado la forma traducida al español de la declaración de conflictos potenciales de interés del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, y no fue reportado alguno que tuviera relación con este artículo.
Anexo I Plan de ejercicios para pacientes con hipertensión arterial |
Fase de calentamiento
Realizar la toma del pulso en arteria radial a nivel de muñeca al iniciar y al finalizar esta fase. Para el inicio de la actividad física existen diversas posibilidades de acuerdo a las condiciones del paciente y a las características de su entorno. Si es posible, en esta fase se puede realizar ejercicio aeróbico pero de baja intensidad, como sería la caminata o el ciclismo por un periodo de 5 a 10 minutos, de lo contrario se deberán de realizar ejercicios de calistenia y de estiramiento por el mismo periodo de tiempo y con la siguiente secuencia y número de repeticiones. Realizar 10 repeticiones de cada ejercicio
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Fase de actividad física moderada Realizar la toma del pulso en arteria radial a nivel de muñeca al iniciar y finalizar esta fase). Tipo aeróbico. Se recomienda realizar esta actividad diariamente. Pueden practicarse algunas de las siguientes modalidades: ciclismo, caminata (a paso enérgico) o natación (pueden intercalarse por día), por un periodo de 30 a 45 minutos. En caso contrario se deberá efectuar la siguiente secuencia y número de repeticiones.
Realizar 30 repeticiones de cada ejercicio
Tipo resistencia. Este tipo de actividad se recomienda llevarlo a cabo de 2 a 3 días por semana, empleando una variedad de ejercicios y usando diferentes equipos. La intensidad ligera a muy ligera debe usarse para pacientes adultos mayores o en pacientes que llevan una vida sedentaria. Los pacientes hipertensos deben esperar al menos 48 horas entre las sesiones de este tipo de ejercicios. |
Ejemplos de los ejercicios que se pueden realizar: |
Los ejercicios de resistencia generalmente, en este tipo de programas, están dirigidos a los grandes grupos musculares. Es importante mencionar que el beneficio que se obtiene con los ejercicios de resistencia se pierde rápidamente con la inactividad, sobretodo en individuos adultos mayores. |
Fase de enfriamiento Realizar la toma del pulso en arteria radial a nivel de muñeca al iniciar y finalizar esta fase
Recomendaciones:
En los ejercicios aeróbicos, la persona con HAS deberá verificar el pulso al inicio, durante y al final de la rutina Cuando alcance un nivel de actividad física de intensidad moderada su frecuencia será de 60 a 80 % de la frecuencia cardiaca máxima. Se calcula de la siguiente forma:
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